Mientras que Twitter parece ser el nuevo campo de batalla donde se dirimen las más diversas y disparatadas contiendas políticas, las disputas periodísticas también dijeron “presente” en el popular microblog.

Hace unos días el empresario de medios oficialista, Sergio Szpolski, puso sobre el tapete la premisa de que su más popular sitio, El Argentino, estaba alcanzando holgadamente el tráfico de visitas que ostenta la versión on line del diario Perfil, basándose en el conocido medidor de tráfico web, Alexa.com.

El testimonio fue automáticamente refutado a través de Twitter por el editor general de Perfil.com, Darío Gallo. Posteriormente, se dio por iniciada una andanada de objeciones mutuas en las que participaron también otros usuarios de esa red social.

A aquellos que desconocen el medidor en el que se basa Szpolski para hacer sus aseveraciones, los ponemos al tanto: Alexa invita a instalar su herramienta en la PC, una vez allí, envía a los datacenter de esa empresa todas las páginas que vamos visitando. De esa forma, con todas las peticiones webs que hacemos y enviamos a Alexa, ellos consiguen elaborar una evaluación de cuáles son las webs más visitadas.

La credibilidad del mencionado sitio es bastante escasa, ya que cuenta las visitas que hace uno mismo a su propia web mientras tiene instalada la barrita de Alexa.

Perfil.com se maneja con informaciones que provee Google Analytics, una herramienta mucho más confiable y profesional que contabiliza visitas únicas.

Es dable recordar que El Argentino.com tiene bajo un mismo dominio, distintos medios (Tiempo, Newsweeek, CN23, Miradas Al Sur, 7 días, Veintitrés, etc.) y Alexa suma todo el contenido que existe bajo un mismo dominio, algo poco serio.

“Discutir ‘quién la tiene más larga’ en términos de visitas —que se pueden simular y comprar fácilmente— es de una miopía preocupante. La verdadera razón de ser de un sitio es generar la suficiente cantidad de noticias y repercusiones como para convertirse en un negocio atractivo. Y ahí gana Perfil. Y gana por mucho.”, plasmó en su blog el periodista Lucho Dolber, editor de agencia Télam, siguiendo el hilo de la desatada discusión.

“En un análisis en igualdad de condiciones y medido como corresponde, Perfil.com lo aplasta, tanto como lo hace en la realidad y sin regalarse. La gente lo elije, no se lo regalan… Grupo Szpolski = bluffffffffff... sigan participando”, rezaba otro comentario.

Pero lo más llamativo de la disputa es que, entre twit y twit, quedó plasmado algo que hace más de un año pasó totalmente desapercibido: El Argentino está “inflando” sus visitas diarias con visitas involuntarias desde diferentes sitios con el acuerdo de los mismos, lógicamente, por lo que sería tomarnos de idiotas si califica a su medio de “visitado intencionalmente”.

El periodista Eduardo Blake, ilustró oportunamente en su blog bajo el nombre “Cosas que molestan”, lo siguiente:

 “Hace un tiempo noté que mis visitas al sitio de El Argentino se incrementaban, pero sin tener yo memoria de haber escrito dicha URL en ningún browser.

Resulta que termino descubriendo que cada vez que visitaba Primicias Ya, sitio dedicado al periodismo de espectáculos e identificado con Jorge Rial, se abría otra ventana que me llevaba automáticamente al sitio de El Argentino.(pop up)

Para sacarme las dudas, chequeo el código fuente de la página y encuentro lo siguiente:

Igual no me cerraba mucho, ya que no soy de visitar este sitio frecuentemente, y la cantidad de visitas de El Argentino eran demasiadas. Así que chequeo el resto de los sitios de noticias que visito regularmente (como periodista y apasionado por los medios, me gusta exponerme a todos los sitios de noticias para obtener un panorama completo y comparar las coberturas) y encuentro que es Minuto Uno el otro culpable de las visitas indeseadas.

A diferencia de Primicias Ya, al visitar Minuto Uno el pop-up se me abre solo al entrar en alguna nota, y no en todas las ocasiones.

En su código fuente, encontramos también una mención a El Argentino:

Con lo que parecería que El Argentino estaría ‘inflando’ sus visitas diarias con visitas involuntarias desde los mencionados sitios (con el acuerdo de los mismos, por supuesto).

Si este es el caso es bastante problemático, en primer lugar, por una cuestión ética si se quiere, sobre como el visitante termina ‘apoyando’ a través de sus clicks a sitios que no tenía intención de visitar. Es una visita obligatoria a un medio con el cual el navegante puede que no comulgue, pero termina respaldando involuntariamente.

Pero más allá de esto también cabe preguntarse cuanto tráfico `genuino´ tiene El Argentino, y cuanto ‘toma prestado’ de otros sitios; y si utiliza estas visitas para fijar la pauta con sus anunciantes.

En conclusión, por las dudas, instale un buen pop up blocker…”

Szpolski se defiende de sus propias palabras y asegura que sus visitas no provienen de los pop ups (página abierta involuntariamente) de Primicias Ya y otros sitios, sino de un banner, o sea, de una publicidad en dicha página que redirecciona al usuario al El Argentino sólo si se hace clic en dicha publicidad.

Lo cierto es que, por más que se busque, es imposible encontrar banner alguno del diario oficialista en el chimentero sitio de Rial. Hay banners de diferentes empresas de marketing, del pub Cocodrilo, y hasta del estudio de Miguel Ángel Pierri, pero no hay banner del diario de Szpolski. Lo que sí aparece apenas se ingresa a Primicias, es un pop up de El Argentino.

Fácil es ostentar para el monopolio de medios K una gran cantidad de visitas en sus sitios, máxime cuando el usuario no ingresó allí voluntariamente. Tal como reza el proverbio chino, “la primera vez que me engañes la culpa será tuya, la segunda, será mía”.

Eliana Toro

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