En el marco de una medida inesperada y sorpresiva, el juez de Garantías de Mercedes, provincia de Buenos Aires, Marcelo Romero, resolvió elevar a juicio la investigación penal llevada adelante por
Hay que recordar que uno de ellos, Martín Lanatta aún permanece en prisión por ese hecho, del cual resultaron asesinados Sebastián Forza, Leopoldo Bina y Damián Ferrón.
La medida impulsada por el juez Romero se sustenta en los delitos de privación ilegal de la libertad agravada por su comisión mediante violencia y amenazas en concurso real con homicidio agravado por su comisión con ensañamiento, alevosía y con el concurso premeditado de más de dos personas —tres hechos—, todos enlazados materialmente entre sí.
Antes de seguir, hay que mencionar que la primicia fue de diario MDZ —y de este cronista—, medio que publicó a las 14.53 hs el artículo revelador, con los elocuentes fundamentos del fallo.
Allí se da por acreditado que “al menos cuatro sujetos de sexo masculino coparticiparon funcionalmente en la ejecución de un plan criminal previamente acordado, llevando a cabo —en base a una distribución de roles— tareas preestablecidas que comprendían privar ilegalmente de la libertad mediante el empleo de violencia y amenazas y dar posterior muerte a Damián Ferrón, Leopoldo Bina y Sebastián Forza
(…) Dicho plan habría tenido comienzo de ejecución el día 7 de agosto de 2008, cuando uno de los sujetos citó a las víctimas a una supuesta reunión —vinculada presumiblemente con la venta ilegal de efedrina— a llevarse a cabo en el Supermercado Walmart de la localidad de Sarandí (ex Auchán), utilizando para ello una línea telefónica… adquirida —en compañía de uno de sus compinches— en forma irregular, bajo una titularidad ficticia a fin de que sus usuarios no pudieran ser vinculados a la misma, y con el único propósito de reunir y disponer físicamente de las víctimas...".
"...con el concurso de los tres sujetos restantes —excluido el convocante a la reunión—, tras lograrse el traslado de las víctimas hasta el inmueble sito en calle Nicolás Videla n° 631 de la ciudad de Quilmes (domicilio de uno de aquéllos), éstas fueron reducidas con el conocimiento previo del fin último de ejecutarlas cruelmente en las horas venideras, en circunstancias de tiempo, modo y lugar que aún no fue posible determinar con certeza...".
“...Así, de acuerdo a la naturaleza de los hechos que son materia de investigación, los elementos reseñados apreciados de manera armónica y conglobada resultan suficientes a juicio del suscripto como para elevar la causa a juicio... para tener por acreditada la probable coautoría y responsabilidad penal de Martín Eduardo Lanatta, Christian Daniel Lanatta, Marcelo Javier Schillaci y Víctor Gabriel Schillaci en el hecho aquí ventilado...”
Concluyendo
Como puede verse, la situación de los hermanos Lanatta y Schillaci se va complicando al paso de las horas. De nada ha servido la intervención del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quien “ayudó” a que tres de los detenidos fueran liberados.
Así lo contó Tribuna el 19 de marzo de 2010: “No debe pasarse por alto que uno de los camaristas que tomó la decisión es Luis Gil Juliani, oruinundo nada menos que de Quilmes y recientemente nombrado en Mercedes gracias a un oscuro pacto entre el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández y Carlos Selva, intendente de Mercedes. A cambio de la ‘ayuda’ oficial, la hija del mandatario comunal fue nombrada jueza. ‘Este Gil no para de recibir visitas de su amigo el abogado de los Lanatta, Dr. Leandro Churin, quien le ofreció desde plata hasta ascensos para que libere a los asesinos’, admitió una fuente judicial mercedina a este medio.”
No es casual la presión de Fernández, ya que su cercanía con los involucrados en la ejecución del triple crimen es una “papa caliente” para él. ¿Qué dirá cuando esto aparezca mencionado en el juicio oral, cuando se sepa que los Schillaci hacían trabajos sucios para él?
¿Qué responderá cuando se conozcan sus vínculos con Martín Lanatta y el narco Ibar Esteban Pérez Corradi, ambos ejecutores del hecho?
Aún no se sabe, pero seguro que será una alocución para alquilar balcones.
Christian Sanz