¿Qué ocurrirá cuando se descubra que algunos de los viajes más frecuentes de Sergio Schoklender tuvieron como destino Santa Cruz de la Sierra, cuna del narcotráfico? ¿Por qué utilizaba una identidad falsa y toda la estructura heredada de otro gran grupo narco, los Yabrán?
Es una verdad incómoda, pero real. Por caso, el kirchnerismo jamás explicó por qué no desmanteló ese histórico sistema creado por el yabranismo-menemismo que ha permitido mover dinero y narcóticos. No lo hizo siquiera cuando ocurrió el escándalo del ingreso de Guido Antonini Wilson a la Argentina, con sospechosas valijas cargadas de dólares.
Pasan los días y los investigadores siguen descubriendo nuevos aviones, viajes y escándalos vinculados a Schoklender. El eje de la matriz utilizada para los negocios espurios gravita en torno a dos jubiladas de 63 y 76 años y unas 45 sociedades ficticias, muchas de las cuales comparten domicilio con el del ex apoderado de Madres.
Las mujeres se llaman Concepción Fazio y Noemí Raquel Averza y en la mayoría de los casos actuaron con la complicidad de Marta Cascales, esposa del secretario de Comercio, Guillermo Moreno.
El dato ya está siendo investigado a raíz de una denuncia presentada por diputados de Coalición Cívica, que han pedido indagar sobre “estos hechos, ya que podrían constituirse en ardides destinados a lavar activos que no pueden ser declarados”. Mala noticia para Hebe: los legisladores reclaman en su denuncia que la investigación no concluya en la figura de Schoklender.
En ese escrito, se pone el foco en algunas de las empresas ya señaladas por este periódico: Vicasa —cuya presidenta es la mujer de Schoklender, Viviana Salas—, Construyendo Futuro, Setek SA, Partner Human Resources SA,Internet SA, Sky Permormance SA, Armoring System SA.
Asimismo, se pone hace hincapié en los vínculos entre el ex apoderado y ciertas financieras que, tal cual reveló en exclusiva Tribuna, aparecen relacionadas al expediente que investiga la mafia de los medicamentos, la principal es Monetizar SA. “Otras personas que aparecen en el entramado de empresas son Ernesto Luis Cerneaz, director de Antártica Argentina SA y Vicepresidente de Phinisterre SA y Ricardo Mario De Falco, empleado en relación de dependencia de la empresa Cambios Trade Travel S.A, cuyo domicilio constituido es el ubicado en la calle Hipólito Yrigoyen 1321 de la Ciudad de Buenos Aires. Sugestivamente, en ese domicilio se encuentra la financiera Phinisterre SA”, dice la denuncia.
Y avanza: “La misma se encuentra a pocos metros de la sede de la Fundación Madres de Plaza de Mayo y allí se habrían cambiado cheques de dicha institución provenientes de los Estados Nacional y Provinciales, que ingresarían al circuito formal mediante su liquidación al efectivo”.
Finalmente, la denuncia pone el foco en la posibilidad de que el ex apoderado hubiera tenido apoyo del poder político de turno: “Resulta difícil creer que una sola persona como en este caso, Schoklender pueda realizar todas las maniobras descriptas largamente en este escrito —entre las que se cuentan la emisión de cheques sin fondos, la constitución de sociedades fantasmas, la compra indiscriminada de bienes por su parte o de supuestos testaferros, entre otras— sin contar con el apoyo de grupos pertenecientes a las más altas esferas del poder de nuestro país”.
Ahí es cuando aparece la figura de Alejandro Abraham Gotkin a quien debe investigarse tanto o más que a Schoklender, ya que es el nexo obligado de algunas de las empresas que hoy son investigadas.
Este será otro dolor de cabeza para Hebe, ya que Gotkin ha sido empleado en relación de dependencia de la Fundación Madres de Plaza de Mayo desde el 1º de septiembre de 2009. Sugestivamente se lo separó de la entidad poco antes de que estallara este escándalo, el 28 de febrero de 2011.
Al igual que en el caso de Schoklender, Gotkin ostenta infinidad de cheques rechazados, siempre a nombre de Meldorek. La presunción, una vez más, es que se ha lavado dinero a través de esa y otras empresas. En tal sentido, la Justicia deberá poner el foco en las siguientes firmas: Envio Express SRL, Dilanco SA, Fun Pro SRL, Urban Constructions SA, Sabero Argentina SA, Tagle Security Investigations SA, Armoring Systmens SA, Sky Permormance SA, La Mailu, SA, Exportadora Kano SA, Expedition SA, Iturnet SA, Partner Human SA.
En todas ellas aparece el inconfundible rastro de Schoklender-Gotkin, algo que Hebe de Bonafini jamás pudo desconocer y que le traerá más de un dolor de cabeza.
Sin embargo, lo que viene es aún más intrincado. El avance de la investigación judicial desembocará en los fondos de campaña del Frente para la Victoria —en 2003, 2005 y 2007—, los vínculos con narcotraficantes foráneos y el blanqueo de capitales “por doquier”.
Una pista: casi todas las empresas bajo sospecha se crearon en junio de 2003, pocos días después de que asumiera Néstor Kirchner como presidente de la Nación.