En el día de ayer el actual mandatario tucumano, José Alperovich, obtuvo su segunda reelección con el 72,44 por ciento de los votos gracias a una polémica cláusula incorporada en la Constitución durante la reforma de febrero de 2006, que fija un tope de hasta dos períodos de gobierno consecutivos, pero a contar a partir de 2007, cuando el mandatario obtuvo su segundo período de gobierno.
Alperovich se auto proclama como la renovación de la política, pero está mucho más cerca del caudillismo personalista que modifica todos los ejes para atornillarse al poder.
Pero estas ansias por el poder indefinido no vinieron solas, las trajo nada más y nada menos que el mismo Néstor Kirchner. Un informe de Revista Noticias del año 2005 y con la firma de Nicolás Cassesa, explica en varios puntos porqué en tucumano, Kirchner se dice Alperovich.
“Pálido y casi mudo, José Alperovich recibió a Néstor Kirchner en su despacho. Era el 9 de julio del 2004 y el gobernador tucumano acababa de ofrecerle al Presidente una escena de batalla campal entre bandas enemigas.
Lo que debía ser una fiesta popular para conmemorar la Independencia y la principal muestra de la alianza entre Alperovich y Kirchner había naufragado en medio de gases lacrimógenos, palos y piedras. Alperovich recién volvió a respirar cuando el Presidente lo consoló: `Son grupos que están quedando fuera de la historia. Hay que dejarlos que se expresen para que la sociedad se dé cuenta cuán pequeños son´, le dijo Kirchner. El gobernador tucumano sonrió aliviado.”
Luego de ese episodio, Alperovich le juró incondicionalidad absoluta al ex presidente y se prometió a sí mismo no cesar en su intento de parecerse a él. El “Zar tucumano”, cumplió ambas, hay pocos hombres a lo largo y lo ancho de la Argentina tan parecidos a Néstor como José Alperovich.
Se peleó con su mentor político
Tiene origen radical y fue ministro de Economía de Julio Miranda, su antecesor; luego ganó una banca en el Senado como representante del oficialismo.
Las relaciones se tensaron cuando Alperovich lo reemplazó en el poder con el apoyo de Eduardo Duhalde. A partir de allí comenzó a cargar las culpas sobre la herencia recibida de Miranda, haciendo énfasis en la saga de muertes por desnutrición infantil.
Hizo ingresar a su mujer a la política
En las anteriores elecciones tucumanas, el Frente para la Victoria sacó el 64 % de los votos y llevó a la mujer de Alperovich, Beatriz Rojkés, como primera candidata a diputada. Luego ocupó el cargo de senadora nacional por la provincia y de presidenta del partido justicialista tucumano.
Control de los recursos del estado
Esto le permitió al gobernador disciplinar a medios, intendentes y delegados comunales, quienes reconocieron en su persona, a la única autoridad política con capacidad de iniciativa y gestión. Alperovich tiene numerosas denuncias por clientelismo en el manejo de los planes sociales nacionales y por sobredimensionamiento del plantel del personal de la administración pública.
Según las cifras del propio gobernador, los dineros que le giraba Kirchner en su pasado mandato, le permitían construir alrededor de 4.000 viviendas nuevas por año, cuando el promedio de la última década fue de apenas 900 viviendas por año. La autonomía financiera de Tucumán es de las más bajas de la Argentina.
Pauta oficial y medios
Según una denuncia del semanario El Periódico, el gobernador multiplicó por cinco el presupuesto para publicidad oficial que maneja la secretaría de Información Pública, asesorada por el mismo Pepe Albistur, otrora consejero de campaña del propio Kirchner. Ese medio publicó que el gobierno gastó, en el 2005, 16 millones de pesos en publicidad oficial, mientras que el presupuesto del 2003 fue de 3 millones y el del 2004, 4 millones. Con este dinero acusan a Alperovich, aún hoy, de domar a los medios.
Noticias relataba en 2005 que uno de los episodios de la ríspida relación que Alperovich mantiene con la prensa ocurrió cuando Alberto Llaryora, director de El Periódico y operador del Canal 10 de Tucumán, denunció presiones del gobierno y la intervención del canal. Según el empresario, los problemas comenzaron cuando decidió dejar de difundir los actos del Gobierno. Alperovich quitó la publicidad oficial y la Justicia terminó interviniendo el canal.
El pasado 4 de julio, los jóvenes periodistas Nicolás Balinotti y José Sbrocco presentaron su libro: José Alperovich, el zar tucumano, una biografía no autorizada sobre el gobernador de Tucumán, para el cual entrevistaron a más de 100 personas entre familiares, amigos, funcionarios del Gobierno, dirigentes del oficialismo y de la oposición que aportaron importantes revelaciones sobre el hombre que "tiene a la provincia en un puño".
Ya para el día 14, “el zar tucumano” se había encargado de hacer desaparecer de las librerías la polémica biografía mediante el uso de su policía de Rentas para amenazar a los locales que vendían el libro.
Reforma constitucional
En aquel entonces la Constitución provincial de Tucumán no tenía previsto que el gobernador se presentara a una reelección, lo cual fue modificado mediante una reforma constitucional. Esta reforma suplantó la reforma constitucional realizada por el bussismo en el año 1990, introduciendo cláusulas que reforzaron la autoridad del poder ejecutivo, ratificando su preponderancia sobre el poder judicial, mediante la eliminación del carácter constitucional del Consejo de la Magistratura y delegando en el gobernador su composición por ley. La cláusula de reelección permitió a Alperovich presentarse nuevamente en el año 2007, siendo reelecto para el cargo, con la fórmula José Alperovich - Juan Luis Manzur, con un amplio margen electoral por sobre los opositores cuya creciente atomización, reforzó el esquema de poder de Alperovich y sus socios políticos, señala Wikipedia al describir al re-reelecto.
Estaba previsto que si supera el 70% en estas elecciones, el tucumano estaría decidido a ir en busca de una nueva reforma constitucional que le permita acceder a una reelección indefinida, sin embargo su mujer la posibilidad de reformar la Constitución para ir por un nuevo mandato en el 2015, y afirmó que “si va hacer la última opción seguramente va a ser esta porque ya no hay otra posibilidad”.
Favorece al empresario del juego, Cristóbal López
“La suerte de Cristóbal López cambió con la llegada de Néstor Kirchner al poder y su influencia crece con la del patagónico”, indicaba Noticias en 2005. La gestión de Alperovich le aprobó la instalación de mil máquinas tragamonedas, pero la Justicia detuvo el negocio. Fue un escándalo a nivel nacional que rozó fuertemente al ahora electo gobernador.
José María González