El proceso conocido como "mani pulite" (manos limpias) italiano, comenzó con una investigación menor por corrupción, pero terminó llevándose puesto a casi todo el andamiaje político peninsular gracias a un fiscal probo y valiente como Antonio Di Pietro.
Ocurre que en aquel país, asediado históricamente por la mafia, las cúpulas partidarias aprobaron un plan para dotar de recursos materiales, humanos e independencia al poder judicial.
El objetivo inicial de verdaderos héroes, como el asesinado Giovanni Falcone, era encarcelar a los capos de la "cossa nostra", la "camorra" y la "piovra".
Muchas veces, los argentinos soñamos con que llegara hasta estas geografías un viento de limpieza similar, pero invariablemente la espera fue en vano.
Ocurre que el poder político se encargó de nombrar con religiosidad a impresentables como Norberto Oyarbide (sobre quién el colega Daniel Santoro escribió un libro entero con 250 páginas detallando sus corruptelas).
Hace ya más de una década un funcionario que reconoció sus culpas, como Mario Pontacuarto, fue a tribunales esperando que la señora de los ojos vendados lo castigara a él y a los senadores coimeros que habían votado, "banelco" mediante, una reforma laboral muy cuestionada. El ex funcionario del Congreso nunca entendió que aquí no hay “Falcones” ni “Di Pietros”.
Se creyó ingenuamente el verso de la independencia de los poderes.
Sin embargo, sus tonterías fueron superadas con creces en las últimas horas por Sergio Schoklender, quién cree que puede asustar a alguien con sus meneos "pontacuartescos" más recientes.
El parricida está convencido de que después de las elecciones del 23 de octubre quedará al borde de la cárcel, ya que está acusado de delitos como fraude y lavado de dinero.
El hombre que siempre viste de negro se presentó hace dos días en los tribunales, casi en secreto, para advertirle a Oyarbide que iba a dar una conferencia de prensa en la que denunciaría públicamente que un mes atrás había dado documentos clave que complicaban a Hebe de Bonafini, al Gobierno, y al juzgado, que no había investigado casi nada.
¿Ustedes creen que Oyarbide se inmutó?
¿O que Aníbal Fernández, a cargo de la operación de "enfriamiento de la causa" se puso nervioso?
Sólo Schoklender puede creer semejante estupidez, a pesar de haberse recibido de abogado durante sus largos años de prisión.
En este país la Justicia tiene la venda caída hace muchos años y el electorado es ajeno a cualquier denuncia pública. Simplemente, nos resbalan todos estos griteríos mediáticos.
El magistrado de la causa ya aceptó a las Madres de Plaza de Mayo como querellantes, ya que es un consumado alcahuete de los K, a quienes sobreseyó escandalosamente en una causa por enriquecimiento ilícito que los fiscales cómplices ni siquiera quisieron apelar.
Sergio, a ver si te avivás: hubo más de 250 causas contra los K y no sólo ningún funcionario salió condenado, las mismas ni siquiera llegaron a juicio oral.
Ni una sola. Ni la bolsa de Micelli, ni las pillerías del valijero Uberti, ni las múltiples coimas del recaudador Ricardo Jaime, ni el desastre de Skanska.
Nada, nothing, rien, niente, nichts.
Sergio, a ver si repasás un tema legal clave como la Corte Suprema de Justicia. ¿No sabés acaso, que el máximo tribunal argentino hace el ridículo en forma permanente ya que ordena infructuosamente:
- reponer al fiscal Eduardo Sosa de Santa Cruz y todos se le rien;
-ajustar haberes de jubilados y cientos de miles siguen esperando en vano;
-ordenar que se haga un saneamiento del Riachuelo y, años más tarde, ni siquiera está listo el censo de empresas contaminantes;
-establecer que Editorial Perfil no debe ser discriminada con la pauta oficial, mientras que la Secretaría de Medios se toma el fallo para la joda;
-indicar que se coloquen radares en la frontera salteña donde "llueve droga", mientras que los ministros Julio Alak y Nilda Garré sólo ponen una vetusta antena que apenas funciona en horario diurno (justo cuando no surcan los aviones narcos);
-manifestar que debe detenerse el desmonte en el NOA, y la sojización sigue corriendo impunemente la frontera agrícola año tras año;
-indicar medidas al AFIP muy concretas, y que Ricardo Etchegaray se destornille a carcajadas?
Sergio, ¿realmente creíste que podías asustar a alguien y que los diputados y senadores te van a ayudar a meter miedo?
Aviváte, no seas tan gil.
Tomate el palo, como hiciste tras matar a tus viejos.
Aunque te parezca increíble, en este país existen tipos muchos más hijos de puta que vos.
Marcelo López Masia