Esta nota es políticamente incorrecta, fastidiosa e incómoda, sobre todo en el marco de la "gran victoria" que el kirchnerismo ostenta desde el domingo pasado y que llevó a la reelección a Cristina Kirchner. Pero es necesaria.
Tiene que ver con algo que se hizo tristemente célebre durante las elecciones primarias, lo que para algunos fueron solo "irregularidades" y para otros un descomunal "fraude". Empecemos por el principio: de acuerdo a lo revelado por Tribuna de Periodistas a mediados de agosto, hubo gran cantidad de telegramas electorales con "grandes irregularidades" en su confección. Al menos así, con esas mismas palabras, lo describieron dos relevantes jueces electorales.
Ahora, en las últimas elecciones generales la misma postal comienza a percibirse, a través del análisis de los documentos que aparecen en el sitio www.elecciones2011.gov.ar. Hay que mencionar que no ha sido un “descubrimiento” de este sitio, sino la revelación de una fuente de información vinculada a la justicia electoral. "Investiguen los telegramas, especialmente de las provincias que dan mucha ventaja al Frente para la Victoria (...) Al menos 10% de los votos que obtuvo Cristina fueron manipulados", aseguró el informante ayer lunes a primera hora.
A partir de esa confesión, dos periodistas de Tribuna dedicaron gran parte de ayer a hacer al arduo trabajo de analizar documento por documento. No todos, obviamente, pero sí una gran cantidad de ellos.
El resultado fue sorprendente, sobre todo cuando se puso el foco sobre la provincia de Córdoba. Como botón de muestra, se dan a conocer algunos de los telegramas donde pueden verse enmiendas y sumas que no cierran (Ver galería de imágenes al pie de la presente).
No han sido los únicos casos. El periodista de Perfil Federico Aikawa también encontró irregularidades en telegramas de la ciudad de Rosario de acuerdo a lo publicado en propio blog (*). Así lo cuenta en su bitácora personal:
“Según publica el sitio del escrutinio provisorio, en mi mesa (ver imagen) votaron 267 personas, pero había 265 sobres. Si esto es cierto, hay dos sobres que se perdieron en el camino.
Pero quizás lo más grave, es que las cuentas de votos a presidente no cierran por ninguna parte. Veamos.
Coalición Cívica (Carrió): 3 votos
Frente para la Victoria (CFK): 141 votos
Frente Popular (Duhalde): 9 votos
Compromiso Federal (R.Saá): 4 votos
Frente Amplio Progresista (Binner): 56 votos
Frente de Izquierda y los Trabajadores (Altamira): 4 votos
Unión por el Desarrollo Social (Alfonsín): 6 votos
Votos en Blanco: 3
Votos anulados: 9
Votos recurridos: 0
Si las matemáticas y la calculadora no fallan: 3 + 141 + 9 + 4 + 56 + 4 + 6 + 3 + 9 = 231 votos.
Un momento: ¿No había 265 sobres? ¡Faltan 34 votos!
Sin embargo, las cuentas cierran (con dos sobres menos) en la categoría de diputados nacionales, con un total de 265 votos.”
Más claro, echarle agua.
Indra: una empresa y muchas dudas
No todas las sospechas se posan sobre los telegramas, sino también en la empresa Indra Sistemas SA, contratada para llevar adelante el diseño, planificación y proceso del escrutinio referido.
Esa misma firma fue oportunamente denunciada a nivel penal por presuntas irregularidades en la facturación de los servicios que prestó para los comicios de 2003. Fueron ¿casualmente? los que llevaron a Néstor Kirchner a la primera magistratura.
Asimismo, fue acusada por dos organismos de control de cometer errores que alteraron el escrutinio provisorio de esas mismas elecciones. Uno de ellos ha sido la Sindicatura General de la Nación que, según diario Perfil detectó en 2004 que Indra cometió "irregularidades" en los comicios del año anterior y dictaminó que "se han constatado inconsistencias en la carga de datos".
La otra entidad que cuestionó a la misma empresa fue la Oficina Anticorrupción: lo hizo en 2005 ante la presunción de que los pliegos estaban hechos a medida de Indra, al tiempo que denunció al ministerio del Interior —a cargo en esos días de Aníbal Fernández— por el pago de sobreprecios por 5 millones de pesos.
A pesar de esas denuncias, el oficialismo siguió contratando a la misma firma para llevar adelante el proceso de los comicios, siempre a cambio de cifras costosísimas.
Por caso, en 2007 el hoy jefe de Gabinete de Ministros le pagó a Indra la friolera de $38.612.000,00 para ocuparse de las elecciones que se llevaron a cabo ese mismo año. El dato lo reveló diario Perfil.
Pero no solo en la Argentina hay problemas con esa firma. También ha sido acusada de fraude electoral en Venezuela y otros países. En España, por caso, todavía son recordados los numerosos errores producidos en la consulta electrónica sobre la reforma de la Diagonal de Barcelona. Aún así, el kirchnerismo ha insistido en contratar a Indra para que se hiciera cargo del manejo monopólico de las elecciones del domingo pasado. ¿Cómo se explica semejante decisión?
Las sospechas están a la orden del día cuando se analiza lo ocurrido hace apenas dos días. Es que, según la fuente de la justicia electoral mencionada más arriba, Indra comenzó a mostrar serias irregularidades al preciso momento de cargar los primeros datos oficiales del escrutinio: “Si comparás los porcentajes que se dieron a conocer con los votos realmente computados, verás que no coinciden. Los porcentajes se fueron cargando para que la gente se entretenga y vea siempre el famoso 53%.”
El informante no solo brindó su testimonio en primera persona, sino que aportó las capturas de pantalla de la web oficial donde se fueron mostrando los avances de los porcentajes.
Cuando se lo analiza en detalle, se convierte en una prueba inquietante. Pero hay más.
Errores en primera persona
El periodista Luis Gasulla publicó ayer en Tribuna una nota en la que dio cuenta de algunas de las incongruencias que se dieron en las elecciones del domingo.
“Hay datos que llaman la atención. En una de las provincias más pobres de la Argentina, como Santiago del Estero, gobernada por el único radical K que mantuvo el poder, el FPV sacó el 82,01% de los votos. En el partido de San Martín, la suma alcanzó el 93,35%, mientras que a Altamira lo votaron apenas nueve personas y a Carrió, 11. Una o dos familias a cada uno. En Merlo, oscuro distrito gobernado con mano de hierro por Raúl Alfredo Othacehe, una colega periodista que trabajó gratuitamente de fiscal independiente, sufrió aprietes, amenazas y, en su propia cara le robaron sistemáticamente las boletas a Martín Sabbatella (…) En los barrios carenciados, los micros “militantes” estuvieron presentes para que los vecinos vayan a votar y, estadísticamente, en el conurbano bonaerense votaron más habitantes, en promedio, que en la ciudad de Buenos Aires.”
Es insólito también lo que le ocurrió a Alberto Butrón, postulante de Nuevo Encuentro por la municipalidad de General Lavalle, en la provincia de Buenos Aires. El candidato sacó un solo voto en los comicios, lo cual significa que no lo votaron ni familiares ni amigos. Algo casi imposible.
Mientras estas líneas terminan de escribirse, periodistas de este medio siguen descargando telegramas a través del sitio oficial habilitado por el Gobierno. De más está aclarar que las incongruencias están a la orden del día. Ello podrá verse a lo largo de los días venideros en las virtuales páginas de Tribuna de Periodistas, a medida que esos documentos se vayan procesando.
No faltará demasiado para que los bloggers K que suelen atacar este sitio —a través de comentarios, mails u otras vías— inicien su campaña de descrédito, intentando echar por tierra evidencia que surge de fuentes que responden a sus propios patrones oficiales.
En lugar de cuestionar al periodismo independiente, estos deberían pedir explicaciones al kirchnerismo por semejante desaguisado. Si no hay voluntad de hacer fraude, ¿por qué se insiste en contratar a la siempre sospechada empresa Indra para manejar el escrutinio?
Albert Einstein sostenía una máxima que hoy cobra enorme relevancia: “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo".
Es una frase que bien le vendría enmarcar al oficialismo de turno.
Christian Sanz
Twitter: @cesanz1
(*) Por motivos que aún no han podido precisarse, esa entrada del blog de Aikawa ha sido eliminada.