A última hora del pasado viernes, Cristina Kirchner presentó su declaración jurada de bienes ante la oficina de Recursos Humanos de Presidencia de la Nación. No fue casual: intentaba escapar de la mirada indiscreta de los periodistas que querían hurgar en los detalles de su manifestación.
Allí, la mandataria declaró haber heredado más de 30 millones de pesos —$31.637.916 para ser más exactos— por parte de su fallecido marido, según lo publicado este lunes por Clarín.com.
De una primera lectura del mismo documento se desprendería que la mandataria ganó también casi 4 millones de pesos por el alquiler de sus departamentos y propiedades.
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Lo bueno para Cristina, más allá de la enorme suma heredada, es que no deberá pagar derecho sucesorio, ya que, tal cual publicó Tribuna de Periodistas en enero de 2011, el oficialismo impulsó una ordenanza tarifaria que dispone en su artículo 78 “la extinción de pleno derecho de las deudas devengadas hasta el 31 de diciembre de 2010 inclusive, por la aplicación del impuesto a la Transmisión Gratuita de Bienes.”
“La ley es sólo para el caso de muertes en el año 2010, pero lo más llamativo, es que para el año 2011 casi duplican las tasas y quitan el mínimo no imponible para este impuesto”, según el mismo artículo.
Más allá de esa picardía, aún Cristina debe explicar algunas incongruencias que no terminan de cerrar en torno a su propia declaración a través de los últimos años, de acuerdo a la aguda observación del ex perito de la Corte Suprema de Justicia Alfredo Popritkin.
Según el especialista, “cuando los peritos oficiales de la Corte analizaron el incremento patrimonial de los Kirchner del año 2008, se impresionaron por la flojedad de los papeles, que no alcanzaban a justificar deudas de $ 19 millones (…) Nada pudieron aclarar sobre $ 8.300.000 de una sospechosa deuda que sirvió para justificar saltos patrimoniales de entonces y que anularon años después. Tan dudosa fue su inclusión que ni los más expertos contadores públicos pudieron descifrar el nombre de la cuenta”.
Debe recordarse finalmente que durante el año pasado la Presidenta había declarado tener una fortuna estimada en 70 millones de pesos y que había ganado 10 millones por los alquileres de las 28 casas y departamentos que tiene a su nombre y, en ese entonces, en la sucesión de Néstor Kirchner. En el 2009, Cristina había afirmado tener bienes por 55 millones de pesos.
Como sea, el dato a destacar es que, hasta el año 2011 el patrimonio de Cristina creció un 3.540%. ¿Es que acaso alguien puede ostentar tan buena fortuna en algún lugar, no ya de la Argentina, sino del mundo?
Christian Sanz
Twitter: @cesanz1