Otra vez sopa. Nuevamente empezaron los rumores de raras movidas por parte del Gobierno en miras al 7 de diciembre, en el marco del intento de control de los medios vernáculos. Por correo electrónico, redes sociales y hasta en algunos sitios de Internet, se publicó la versión como un hecho real: “Recuperación y control de medios periodísticos para una democracia efectiva y popular”, se titula la nueva leyenda urbana.

Allí se habla de una serie de medidas que el kirchnerismo estaría pergeñando para forzar al grupo Clarín a desinvertir luego del 7D. Al mismo tiempo, se buscaría amedrentar a otros medios de prensa no oficialistas.

Según la versión, el supuesto plan estaría incluido "en un trabajo que fue elaborado durante el año 2011 por Martín Sabatella, ex intendente de Morón y actual jefe de AFSCA (Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual)".

Se habla de que la "jefatura y coordinación" de la movilización estaría en manos de Sergio Berni, subsecretario de seguridad y la zona sur sería potestad del control de Luis D’Elía. A su vez, el ala Norte y Oeste estaría bajo la dirección de Edgardo Depetri y Santiago Aragón, dirigente de La Cámpora del conurbano. También se trazan algunos de los puntos salientes de la movida:

-El 4D, será movilizada la Tupac (Amaru) desde Jujuy, que llegará a Bs As el 5D, y se acantonaran en lugares ya designados de la zona sur del conurbano bonaerense, a los efectos de estar listos para el 7D.

-El Peronismo 26 de Julio de Zona Norte Bs As (UB Evita de los Humildes) será movilizado la noche del 6D junto con la Columna “Cacho Scarpatti”.

-Los cuadros operativos del Movimiento Peronista Revolucionario (MPR) , con sede central en Córdoba, movilizaran al Movimiento Evita y al Peronismo Militante de esa provincia hacia las zonas oeste y norte del conurbano a los efectos de tomar contacto con La Cámpora/Unidos y Organizados con directivas de marchar hacia cada Planta Grafica o Canal de TV no solo de medios de Clarín sino todos aquellosque son independientes. El plan de Sabatella es tomar, en lo posible, todas las antenas y/o edificios de los medios de prensa. Es de especial importancia, según el plan de Sabatella, hacerse con el control de Pacheco.

-El mismo día 7D, desde el ministerio de seguridadse ordenará a GN y PFA allanar e irrumpir en todas y cada una de las plantas Periodísticas del Grupo Clarín para “apoyar la decision judicial”.

-A partir del 01/12 se permitirán a los integrantes de los “vatayones militantes” de Ezeiza, Marcos Paz y del Centro Penitenciario de Enfermedades Infecciosas (U21) salidas con el pretexto de actividades culturales aunque la idea es que hagan actividades de disuasión y hostigamiento para que la población no esté pendiente de las acciones contra los medios periodísticos independientes. Las operaciones a llevar a cabo por los integrantes de los “Vatayones militantes” son:

-Acciones delictivas sistemáticas y selectivas contra supermercados del conurbano.

-Generar temor mediante robos y agresiones en zonas de la CABA como Recoleta, Belgrano, Palermo, Caballito y otras zonas de clase media. Especialmente en domicilios de Periodistas opositores y críticos , Gerentes de medios gráficos y televisivos , Directivos, políticos delmacrismo, denarvaismo y del peronismo disidente los que sufrirán “robos al boleo” , “entraderas” , “robos de vehículos”, y “secuestros express”. La modalidad operativa es la de respeto al botín obtenido.

-Las UB de la villa 31 y de la 1-11-14 serán movilizadas para operar de la misma manera y hacer cacerolazos oficialistas. también para estos grupos La modalidad operativa será la de respeto al botín obtenido.

 -Apagones y cortes de luz en imprentas, redacciones y plantas de medios de prensa la noche del 6D.

-Fugas de presos. Es posible que unos días antes del 7D , se produzcan “fugas masivas de establecimientos carcelarios”, (casuales y fortuitas obviamente);

-Días antes del 7D los medios de prensa (graficos y de TV) recibirán amenazas anónimas para amedrentar a los trabajadores de las mismas.

-Se tomará la planta de Papel Prensa.

Luego de leer el detalle del supuesto plan oficial, con una mano en el corazón: ¿Alguien puede creer realmente que estos puntos se puedan dar en los hechos? Algunos de los tópicos parecen calcados de lo ocurrido a principios de los años 70, cuando la violencia reinaba en la Argentina.

En esos días, se amedrentaba a periodistas y desde el Estado se atacaba a algunos medios de prensa. También se permitió una increíble fuga de presos merced al entonces ministro del Interior, Esteban Righi.

Plantear un escenario semejante en estos días es una completa locura. ¿Se animaría el Gobierno a llevar adelante un plan tan polémico teniendo a tantos actores sociales en contra?

Con solo imaginar situaciones como apagones y cortes de luz en imprentas, redacciones y plantas de medios de prensa, o acciones delictivas sistemáticas, se cae toda posible veracidad del plan de marras. Ni hablar del hecho de que ni una sola fuente oficial admite la más mínima posibilidad de que suceda algo así.

No es un dato menor: aquellos que se atrevieron a facilitar información sobre corrupción en el kirchnerismo a este medio, confiesan que es una completa locura pensar que se pueda dar una situación semejante. Ni siquiera la oposición se atreve a dar crédito a la versión.

Mientras tanto, la ciudadanía vuelve a escalar en preocupación por creer en la posible veracidad de este supuesto plan que no deja de circular por la incontrolable Internet. ¿Cuántas leyendas urbanas deberán ser refutadas antes de que comience a primar el pensamiento crítico en la sociedad?

Desde este espacio se ha echado luz a no pocos mitos que vienen circulando en los últimos meses, incluido el supuesto "autogolpe" de Cristina y su posterior "estado de sitio".

Como sea, los medios de comunicación no están para refutar cada incongruencia que circula en Internet, sino para informar. Cuando los lectores de TDP comienzan a pedir con insistencia que se ratifiquen o rectifiquen leyendas de todo tipo que anidan en la web, es síntoma de que algo grave está ocurriendo.

Por un lado, significa que alguien intenta confundir a la sociedad a través de rumores sin sustento, en momentos de gran dispersión política; por el otro, muestra que la ciudadanía carece del más mínimo pensamiento escéptico.

No está de más repetir un básico precepto: quien hace una afirmación es quien debe demostrarla. Cualquier cosa puede decirse y no significa que haya que creerla.

Ya lo dijo alguna vez el prolífico escritor y científico Georg Lichtenberg: "Duda de todo por lo menos una vez, incluso de la proposición de que dos y dos son cuatro."