Hace unos días, se hizo público que Hotesur, la firma que administra el hotel Alto Calafate de Cristina Kirchner, cambió su directorio. Por lo que trascendió, la presidenta decidió apartar a personalidades que la vinculaban al empresario kirchnerista Lázaro Báez e introducir miembros de su propia familia.
La nueva conformación, que se dio a conocer a través del Boletín Oficial del lunes 22 de diciembre, introdujo en el directorio a Gisele Fernández —hermana de Cristina—, María Rocío García —pareja de Máximo— y Florencia Kirchner, entre otros.
Lo curioso de la situación es que varios de los integrantes del directorio nuevo tienen problemas con su inscripción en la AFIP.
Por caso, Gisele Fernández (CUIT 27-13434209-4) fue dada de baja por no presentar varias declaraciones juradas.
A su vez, Rocío García (CUIT 27-24861500-7) aparece como monotributista. Todo bien con ella, pero si es directora de una sociedad anónima debe necesariamente estar inscripta como autónoma.
Hay más: Florencia (CUIT 27-35569819-5) mientras sea directora suplente, no hay problemas. Sin embargo, está inscripta en IVA y Ganancias pero no en autónomos. Por su código de actividad necesariamente debe estar inscripta como tal.
Algunas de las irregularidades de Hotesur ante la Inspección General de Justicia ya han sido ventiladas por los medios de prensa. Sin embargo, la situación aquí descripta aún no se había dado a conocer.
Es información que puede ser cotejada por cualquier contador con mínimos conocimientos y que debería ser tomada por la Justicia a efectos de terminar de descorrer el velo de la impunidad K.
Al menos, parte de este.