No le alcanzó con haber sido ”buchón” en la dictadura, lo cual costó la vida a muchos de sus “compañeros” mientras él obtenía una válvula de escape hacia España. Tampoco le alcanzó con haber sido “separado” de la conformación original de lo que sería el diario Página/12 por la poca confianza que generó a sus compañeros —Horacio Verbitsky incluido— por su oscura “pertenencia” a lo más rancio de los servicios de Inteligencia.
Ni siquiera le alcanzó con haber sido “ñoqui” de la oficiosa agencia estatal Télam, luego de que se sospechara que vendía narcóticos a sus propios colegas.
Juan José Salinas es un “mercenario” todo servicio, que ha sabido trabajar para cualquier patrón que supiera pagarle: la AMIA —con la invención de una Trafic bomba y todo en su libro—, el menemismo, el duhaldismo y hasta el kirchnerismo. Salinas supo cobrar por todas las ventanillas existentes a cambio de oportunas operaciones de prensa de diverso tenor (1).
Es más: aunque gusta decir que su postura ideológica está a la “izquierda”, gusta cobrar de sitios tan poco “progresistas” como el Ejército, dependencia de la cual recibe “sobres” desde hace al menos cinco años, tal cual ha demostrado este periódico oportunamente (2). Nilda Garré ha sido quien le tendió el puente para poder hacerlo y a Salinas poco le importó la procedencia de esos billetes, los cuales cobra y reenvía a Uruguay (interesante investigación que bien podría hacer la AFIP).
En ese marco, el “pájaro” —como suelen llamarlo porque “come y vuela” (es decir, cobra y vuela)— ha sido el primer defensor de los desaguisados kirchneristas, no por ideología, sino por “contante y sonante”, al punto de justificar hasta el “atraco” de los fondos de Santa Cruz.
Como botón de muestra, baste leer el desvergonzado artículo que Salinas escribió a raíz del fallecimiento de Néstor Kirchner, en octubre de 2010, en un blog de Internet. Allí, menciona al ex presidente como el hombre que supo “pilotear el rescate de la Argentina del profundo abismo en el que la habían precipitado las políticas neoliberales”.
Si esa frase parece disparatada, baste leer algunas otras líneas de este personaje “pajaresco”, con las consiguientes acotaciones de este periodista:
-“El tiempo no hará más que agigantar su figura larga, desgarbada y quijotesca (de Néstor)”.
¿”Quijotesca”? A ver, ¿el Quijote de la Mancha robaba fondos públicos, presionaba a los medios y mandaba a espiar a propios y ajenos? ¿No es demasiado comparar a Kirchner con el Quijote de la Mancha?
-“Durante sus dos primeros años, Néstor Kirchner gobernó ‘con los codos hacia adelante’, rechazando con modales intemperantes todos los intentos de los acreedores externos de torcer el rumbo trazado para sacar a la Argentina del pozo”.
¿En qué país vive Salinas? Un Gobierno que pagó “cash” la deuda con el FMI —y que paga más que nadie a buitres foráneos— no condice con esa supuesta embestida contra “intentos de los acreedores externos”. El kirchnerismo privilegió pagar a esos organismos antes que a los jubilados, esto jamás debe olvidarse.
-“Néstor y Cristina hicieron de los Derechos Humanos, y de la recuperación paulatina de los derechos conculcados de los trabajadores dos banderas innegociables.”
Los derechos humanos —tuertos— de los Kirchner no alcanzan para tapar tanta corrupción oficial. Ni hablar de que los trabajadores hoy ostentan el poder adquisitivo más bajo en décadas. Por otro lado, Salinas no puede hablar de derechos humanos habiendo delatado a sus compañeros en la ESMA.
-“Su desaparición (de Néstor) tendrá impacto regional. No hay que olvidar que Kirchner fue protagonista en la cumbre americana de Mar del Plata del rechazo de la derrota del ALCA, acaso la peor derrota internacional de George Bush hijo”.
Es un hecho que la desaparición de Néstor no tuvo ningún impacto regional ni mucho menos. Es más, en los cables que trascendieron de Wikileaks quedó comprobada cuál es la opinión que sus colegas de países del cono sur tenían sobre su persona: no eran los mejores conceptos. Respecto a Estados Unidos, ha sido este mismo gobierno el más hipócrita en el doble discurso hacia Bush y Obama, diciendo una cosa de cara a la sociedad y pactando otra cosa por atrás.
-“Néstor era para muchos de nosotros una especie de hermano mayor, un patriota probado en combates y escaramuzas y no atinamos en estas horas aciagas a mensurar el vacío que deja ni a ver cómo habremos de llenarlo”.
Para un corrupto como Salinas, no hay duda de que Néstor podría haber sido un buen hermano mayor, cuyo ejemplo sigue a la perfección en el camino del saqueo. Lejos estuvo el ex presidente de ser un patriota y menos aún de haber combatido en alguna batalla. Kirchner mintió sobre su pasado siempre que habló de él. Mientras sus compañeros morían, él hacía dinero gracias a la Circular 1050 de Martínez de Hoz.
-“Su inesperada desaparición nos deja, al menos momentáneamente, en la incertidumbre. Entre una cosa y la otra, superó claramente a su mentor, Juan Perón, en un aspecto crucial: mientras el anciano general nos dejó como presente griego una esposa totalmente incapaz para ejercer la Presidencia, Néstor dejó en su lugar -cuando nada lo obligaba a ello- a quien, como él mismo reconocía, lo ha hecho mejor que él y en circunstancias todavía más difíciles”.
Esta frase no tiene desperdicio. La obsecuencia y el chupamedismo denotan que el “sobre” que cobra Salinas es realmente voluminoso. Decir que los Kirchner son gente “capaz” es una verdad a medias. En realidad, son bien “capaces”… pero de robar fondos públicos, espiar a sus adversarios, desmontar los controles sobre el narcotráfico, comprar a precio vil terrenos públicos en El Calafate, desaparecer a Julio López, etc….
El final de la nota de Salinas ni siquiera merece ser reproducida. Solo baste recordar cuando sea oportuno que su conducta —al igual que muchos otros periodistas, aunque nadie tan chupamedias como él— es la de aquel que encubre el delito.
Hacer apología de los Kirchner es como hacer una defensa de la corrupción institucional. Para Salinas no existe Skanska, Indec, Schoklender, Southern Winds, las valijas de Antonini Wilson, ni muchos otros escándalos oficiales que sufren —sufrimos— todos los argentinos.
Es la conducta del egoísta, que solo se interesa por sí mismo y por recibir su “sobre” mensual para vivir plácidamente, de manera incoherente a la que públicamente gusta pregonar; desde una supuesta izquierda a la que no representa.
Quienes lo defenestran por su falta de ética son propios y ajenos. Por caso, su propia prima, Laura Suárez, lo ha deschavado ante quien escribe estas líneas con eficaz dureza:
"Soy prima directa de Salinas, por parte de mi padre, ya fallecido. Probablemente no le importe, pero necesito decir que Juan José miente. Miente en los artículos que escribe en ese blog de lo más tendencioso al referirse a mi padre, (su tío, hermano de su madre).
Mi padre era Fernando Suárez Rodríguez y mi madre Irene Pagés Larraya, por lo tanto, también eran mis primos Guillermo y Rosita Pagés, quien a su vez era mi madrina.
Él los nombra en el artículo Anguita, La Triple A y mis primos Rosita y Guillermo. Cuenta lo que convenientemente él 'recuerda', ya que muchos de los que nombra ya están muertos.
Me indigna que ensucie a mis padres, me indigna que sea tan obsecuente, me indigna que no tenga forma de hacerle recobrar la memoria que tan oportunamente perdió. Viví muchas cosas en mi casa, antes de que él se fuera a España y a su regreso.
Contó cosas de las que ahora se desdice, tenía una relación de amor/odio con mi padre, mi casa era un caos: primos montoneros, dos de ellos desaparecidos y otros exiliados, padre marino, familia quebrada y dividida por ideología política extremista, víctimas de la guerrilla.
Pero estoy indignada y herida, me costó años sobreponerme a que alguien de tu propia sangre te delate (igualmente sigo sin entenderlo) y ahora, una vez más, encuentro que volvemos a lo mismo.
Creo que es justo que le diga que no deje de sacar a la luz la verdad de este personaje."
Como puede verse, Salinas es el mejor ejemplo de lo que es el periodismo carroñero y miserable, ese que debe desterrarse de una profesión tan bella como la del hombre de prensa.
Christian Sanz
(1) Quien escribe estas líneas ha invitado a debatir a Salinas en más de una oportunidad sobre su pasado y este jamás ha aceptado.
(2) El dato fue confirmado por dos hackers que hoy están en Uruguay exiliados, quienes descubrieron la enorme cantidad de correos electrónicos entre Salinas y funcionarios del ejército, donde le dan “instrucciones” precisas de operaciones sucias.