"Hay gravísimos casos de corrupción donde nadie llegó a juicio oral", dijo la exministra de Economía Felisa Miceli cuando salió de Comodoro Py, justo después de haber sido condenada a 4 años de prisión e inhabilitación por 8 años para ejercer cargos públicos por haber cometido los delitos de "encubrimiento, receptación de cosas" y "sustracción y destrucción" de documentos públicos, en relación con el dinero hallado en su despacho privado.
Para que no quedaran dudas de quién era el destinatario de su mensaje, agregó que el fallo adverso le llegó por no contar “con una estructura de poder”, como sí tienen otros funcionarios que persisten en el tiempo sin ser condenados.
El fallo contra Miceli llega en momentos de gran bronca popular y se sospecha que haya sido impulsado por el propio kirchnerismo para descomprimirla. Por otro lado, por lo que pudo saber Tribuna de Periodistas, habría en los próximos días un fallo de la Sala I de la Cámara Federal que podría beneficiar —a medias— a Amado Boudou y el veredicto conocido hace instantes sería una especie de “colchón” para amortiguar el malhumor venidero.
Si esto fuera así, no quedarían dudas ya de lo que muchos dicen en estas horas en las redes sociales: que Miceli sería “la María Julia del kirchnerismo”.
Más allá de su culpabilidad en el delito que se le imputa —de lo cual hay prueba de sobra en su contra— es llamativo que haya funcionarios K que aparecen más complicados y aún gozan de una sospechosa impunidad.
Carlos Forte
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