¡Recién Publicado!
cerrar [X]

Leyendas urbanas IV

0
¿HASTA CUÁNDO SEGUIRÁ EL SPAM DE LO IRRACIONAL?
¿HASTA CUÁNDO SEGUIRÁ EL SPAM DE LO IRRACIONAL?

En el siglo VII antes de Cristo, la mitología estaba en pleno auge y la sociedad de entonces creía a pies juntillas lo que se desprendía de las leyendas fantásticas de la época. Claro que no existía el método científico y el pensamiento crítico era algo que no se estilaba aún. Era entendible, pues, que los habitantes de la antigua Grecia aceptaran como verdad irrefutable los fantásticos relatos de Hesíodo y Homero, entre otros.

 

El tiempo pasó y fue dando pie a nuevos conocimientos de la invalorable mano de la inducción y la deducción. La propia filosofía fue evolucionando inexorablemente a la par del descubrimiento de la ciencia. Grandes personajes como Isaac Newton, Charles Darwin y Albert Einstein derribaron, con sus contrastables hipótesis, irracionales creencias de sus propias épocas. En ese sentido avanzó la ciencia y los paradigmas de su método fueron superándose a lo largo de los siglos.

Sin embargo, hay cuestiones que son difíciles de desterrar y que probablemente estén arraigadas a esas viejas creencias populares de nuestros antepasados. Tal vez sea algo genético y lejanamente hereditario, quizás sólo se trate de falta de instrucción en lo que a espíritu crítico refiere. Quién sabe.

Lo cierto es que, a pesar del paso del tiempo y del avance del conocimiento, en la actualidad sobreviven relatos cuasi mitológicos a los que suele denominarse "leyendas urbanas". Son historias con tramas improbables y argumentos contradictorios, pero que persisten en el imaginario popular a fuerza de continua repetición entre los individuos.

Hay infinidad de leyendas, como la de la jeringa con sangre en la butaca del cine, el hueso de rata en el restaurante chino, las figuritas infantiles con LSD y las hamburguesas de Mac Donalds hechas con "carne" de lombriz. A lo largo de los años, este cronista ha escuchado infinidad de ellas en boca de amigos y conocidos que aseguran que les han sucedido a terceras personas. Esto último es importante a la hora de entender las leyendas urbanas: siempre le ocurre a algún "amigo de un amigo" o un familiar lejano, jamás le ha sucedido a nadie de manera directa.

Las nuevas tecnologías, merced al descubrimiento de Internet y el correo electrónico, han ayudado a la difusión de información de todo tipo. Y entre esa información aparecen las inevitables leyendas urbanas.

Una de las más actuales tiene que ver con la supuesta desaparición de una chica llamada Ashley Flores, la cual es buscada por su madre a través de una dirección de correo electrónico. Así reza la leyenda: "Mi hija tiene 13 años, Ashley Flores, está desaparecida desde hace dos semanas. Puede ocurrir que si todos pasan este mensaje, alguna persona la reconocerá. Se han encontrado personas con este método. Internet circula por todo el mundo... Por favor, pasa este mensaje a todos tus contactos. Gracias a todos ustedes podré encontrar a mi niña.

Si tienes información, contacta con HelpfindAshleyFlores@yahoo.com. Sólo hacen falta 2 minutos para hacer circular el mensaje. Si se tratase de tu hijo(a) harías lo imposible por obtener ayuda".

Como puede verse, el mensaje apela a los sentimientos más hondos de las personas, ya que invita a ponerse en el terrible lugar que ocupa la madre de Ashley. Esto provocará que el mensaje sea reenviado sin dudar por los que lo han recibido, generando una progresión geométrica de innecesario spam.

Lo primero que debe hacerse para no dispersar el mensaje en vano, es escribir a la dirección de Yahoo que indica el mensaje, ¿qué mejor que verificar que el mail sea verdadero, para no hacer un reenvío innecesario? Allí nos toparemos con la primera sorpresa, ya que la dirección de correo es inexistente y el mail enviado volverá indefectiblemente a nuestra bandeja de entrada.

Luego, hay que verificar que exista una persona llamada Ashley Flores, lo cual llevará a la segunda decepción, ya que no existe persona en la Argentina con ese nombre.

Finalmente, debería llamar la atención de cualquiera que el supuesto mensaje no contenga los detalles más obvios de cualquier pedido de auxilio, como un teléfono de contacto y las características físicas de la persona a buscar.

Lamentablemente, la sociedad actual carece de la mínima —y necesaria— dosis de escepticismo a la hora de evaluar este tipo de cuestiones. Es la causa principal de muchas de las estafas cibernéticas que hoy en día se cometen, ya que cualquiera cree en cualquier cosa y cae como chorlito en las trampas más pueriles.

Es un síntoma de la enorme carencia de pensamiento crítico que ostenta la sociedad de hoy, no sólo para saber evaluar si un mensaje es verdadero o falso, sino también para saber actuar frente a las elecciones más y menos importantes del quehacer diario.

Por caso, la falta de escepticismo —que no significa no creer en nada, sino suspender el juicio hasta poder comprobar algo concreto— genera que un individuo sea convencido una y otra vez, y normalmente estafado, por referentes políticos de dudosa credibilidad, aún por parte de aquellos que ya le han mentido a la sociedad repetidamente. Es por eso que históricamente se reciclan los mismos personajes en torno a la política vernácula, sin solución de continuidad.

Es bien cierto que la falta de pensamiento crítico es parte de la radiografía idiosincrática de nuestra sociedad, pero también es un espejo de la perversidad sin límites de aquellos que se aprovechan de la credulidad ajena.

 

0 comentarios Dejá tu comentario

Dejá tu comentario

El comentario no se pudo enviar:
Haga click aquí para intentar nuevamente
El comentario se ha enviado con éxito
Tu Comentario
(*) Nombre:

Seguinos también en

Facebook
Twitter
Youtube
Instagram
LinkedIn
Pinterest
Whatsapp
Telegram
Tik-Tok
Cómo funciona el servicio de RSS en Tribuna

Recibí diariamente un resumen de noticias en tu email. Lo más destacado de TDP, aquello que tenés que saber sí o sí

Suscribirme Desuscribirme

¿Valorás el periodismo independiente?
Municipio de Moron. Corazón del Oeste
Mokka Coffee Store
Cynthia Gentilezza. Analista en seguros


 

Notas Relacionadas

La falsa niña desaparecida, Ashley Flores

“Mi hija tiene 13 años, Ashley Flores, está desaparecida desde hace dos semanas. Puede ocurrir que si todos pasan este mensaje, alguna persona la reconocerá. Se han encontrado personas con este método. Internet circula por todo el mundo... Por favor, pasa este...