El “economista estrella” de La Cámpora, Axel Kicillof, ha vuelto a aparecer en los medios luego de sus últimas —y polémicas— declaraciones sobre la independencia del Banco Central de la República Argentina. “El Banco Central no puede ser independiente ni aunque quiera, la economía ortodoxa está en una bancarrota absoluta", aseguró, y exigió "mezclar la política monetaria con la economía real", contradiciendo la Carta Orgánica de ese organismo.

Kicillof, de 39 años y doctorado en economía, comenzó su carrera política como dirigente universitario de la UBA junto a Mariano Recalde, actual titular de Aerolíneas Argentinas, quien lo llamó al instante de asumir para que lo acompañe en la subgerencia bendiciéndolo con un sueldo de $42.320 por mes.

Pero a Kicillof —pese a ser el niño mimado de Mercedes Marcó del Pont y de Julio de Vido— no le salen muy bien las cuentas, ya que la aerolínea pierde 250 millones de pesos por mes de acuerdo al plan de negocios para la empresa que elaboró él mismo, sin mencionar que vio quebrar su propio bar abierto en Palermo Hollywood por "pérdidas económicas".

Axel, quien supo defender con fanatismo las controvertidas retenciones del Gobierno al campo, ha sido mencionado últimamente como posible sucesor del ministro de Economía, Amado Boudou, quien dejará su cargo vacante si es que Cristina Fernández es reelecta en las elecciones presidenciales de octubre. Asimismo, es investigador del CONICET y profesor en la UBA. Según dice, tiene una licencia sin goce de sueldo en ambos cargos desde que se desempeña en Aerolíneas, pero sigue cobrando $3.700 en total en sendos puestos.

Hay que mencionar que Kicillof fue propuesto para ocupar el directorio de Siderar en representación del Estado con el objetivo a mediano plazo de subsidiar la chapa al mercado interno para luego finalmente estatizarla. Una buena "caja" para el período electoral que se avecina.

En abril de este año, irrumpió en la opinión pública por haber cuestionado la credibilidad del Indec en el sitio web del Centro de Estudios para el Desarrollo Argentino (Cenda), del que forma parte junto a otros integrantes de La Cámpora. "La inocultable falta de credibilidad del índice de precios al consumidor calculado por el INDEC ha privado a la sociedad de una herramienta fundamental para conocer la verdadera situación económica del país”, plasmó allí sin que Guillermo Moreno le llame la atención.

Junto con las AFJP, Aerolíneas, Anses, Ministerio de Economía y posiblemente el Banco Central, el Gobierno tendrá sus “camporitos” al pie del cañón en los sectores más importantes del país, (privados y estatales) listos y preparados para encomendarse a las órdenes del Ejecutivo ya que, según dejó claro la propia Presidenta, la lealtad se paga mejor que la destreza.