El ministro del Interior, Florencio Randazzo, mantuvo esta tarde una conferencia de prensa para revelar los resultados de las elecciones primarias luego del escrutinio definitivo. Allí tuvo un fuerte contrapunto con los periodistas acreditados en la Casa Rosada, luego de que los acusara de "falta a la verdad, omisión y tergiversación de la información" respecto de los resultados de las elecciones primarias y de "atentar contra la calidad institucional", refiriéndose claramente a los medios que publicaron sobre las dudas e irregularidades en los telegramas.
"Yo he sido objetivo. Discúlpenme si a alguno he ofendido,” refiriéndose probablemente a la nota que publicó en diario La Nación el periodista Mariano Obarrio, quien luego pidió la palabra, “pero debo señalar que el pueblo argentino ha votado de manera transparente y que lamento este tipo de maniobras que le hacen mal a la política", sostuvo Randazzo luego del repudio que recibiera del presidente del círculo de periodistas de la Casa Rosada por su cuestionamientos a la prensa y a algunos periodistas con nombre y apellido.
Según indica La Nación, la polémica comenzó cuando Randazzo recriminó al periodista de Mariano Obarrio, por una de sus notas. El periodista, sin micrófono, pidió a los gritos que "lea el texto completo".
A la hora de responder las preguntas de periodistas, Randazzo escuchó atónito la réplica de Obarrio. "¿Vamos a tener que pedirle permiso al Gobierno o a la Presidenta para publicar una denuncia opositora? Es muy grave lo que dice porque acusó a los medios de atentar contra la democracia", lanzó el periodista.
Enseguida, Randazzo se defendió: "No descalifiqué de ninguna manera a los medios. Esto afecta a la calidad institucional sobre las dudas de un sistema absolutamente transparente y fiable.
A los segundos se escuchó un fuerte portazo que delataba el repudio de Obarrio, quien abandonó la conferencia de prensa, mientras que nervioso, Randazzo continuó hablando.
Al parecer jamás se sabrá qué pasó con las enormes irregularidades del escrutinio pasado, lo único que se sabe —lo dijo el juez federal con competencia Electoral en la Provincia de Buenos Aires, Manuel Blanco, quien tiene ante sí toda la documentación de las 32 mil urnas que 8,3 millones de bonaerenses llenaron de votos— es que nunca hubo, al menos desde 1983, tantos "errores" en un escrutinio provisorio como en estas elecciones.
Un Randazzo diferente de aquel que se vio 24 horas después de los comicios a gobernador en Chubut en marzo pasado, y que pedía contar hasta el último voto, hoy confirmó que no se abrirán las urnas, pese a los agregados ceros, las calculadoras que funcionaban mal y no hicieron una suma fidedigna, y a las decenas de irregularidades que denunció este periódico por primera vez.
"Todo lo que se dijo es absolutamente falso", fue lo único que dijo Randazzo para desacreditar lo que los propios telegramas colgados en la página del Ministerio del Interior dijeron por sí mismos.