La elocuencia del enojo pudo percibirse en cada una de las palabras del líder de
Horas antes, el siempre dialoguista ministro de Planificación Julio de Vido, había intentado, en vano, lograr la moderación de la diatriba del sindicalista. Nada nuevo bajo el sol: días atrás, el mismo funcionario había fracasado en un intento de acercamiento entre Moyano y el oficialismo.
Lo demás fue premonitorio y hasta predecible. El líder cegetista no dijo más que lo que se esperaba, solo que lo hizo de una manera inusual y sin disimulos, en una suerte de respuesta al discurso que Cristina Kirchner dio el pasado 10 de diciembre en su reasunción.
"El mejor gobierno de
En fin, Moyano exageró sus evocaciones a Juan y Eva Perón y hasta a Néstor Kirchner —a quien nombró como “compañero”— y decidió enfrentar de lleno al oficialismo en tres terrenos: "Lo político, las obras sociales y lo sindical", según sus propias palabras.
Respecto al primer tópico, Moyano hizo pública su renuncia a la presidencia del Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires y a la vicepresidencia de PJ nacional.
Lo hizo al comenzar su discurso: "El PJ es una cáscara vacía", advirtió justo antes de asegurar que no tenía "vocación de bufón". Por si no hubiera quedado claro, el titular de
En relación a las obras sociales, Moyano insistió en que le sean “liberados” los más de 12 mil millones de pesos del Fondo Solidario de Redistribución que se acumulan desde años en una cuenta del Banco Nación.
La metodología para conseguir ese dinero la detalló él mismo: "Vamos a hacer un reclamo tan firme que van a tener que dar respuesta y no como ahora que se hacen los distraídos".
Oportunamente, Tribuna de Periodistas contó los pormenores de esa pelea y advirtió que difícilmente esos fondos le sean entregados al sindicalista, en el marco de un 2012 que traerá acompañado un fuerte déficit fiscal.
Finalmente, habló del tema sindical. En ese punto, anticipó que su principal batalla estará enmarcada en lograr la modificación del mínimo no imponible de Ganancias y el esquema de asignaciones familiares.
Fue el momento de una nueva amenaza, al advertir que sólo negociará con el Gobierno nacional si se avanza en esos neurálgicos puntos. "Si no, no tiene sentido", enfatizó.
Luego habló de su principal preocupación: el expediente de la mafia de los medicamentos. “No pueden comprobar nada, pero es una estrategia que se utilizó para crear un manto de sospecha sobre la dirigencia gremial".
En el mismo sentido, aprovechó la excarcelación de Juan José Zanola para argumentar a su favor: "Con toda justicia, porque no hay nada que compruebe lo contrario, ha quedado en libertad el compañero Zanola".
En la culminación de su diatriba, Moyano volvió a evocar a Eva Perón a través de una frase que fue todo un mensaje de lo que vendrá: "Renuncio a los cargos pero jamás a la lucha.”
A la par, Cristina Kirchner intentó neutralizar los dichos de Moyano a través de un acto que, no casualmente, presidió a la misma hora en la planta automotriz que la firma Toyota tiene en la localidad de Zárate. Finalmente, no logró su cometido.
Es que los medios ponderaron las palabras del camionero por sobre las de
Lo que vendrá en los próximos días también es fácilmente “anticipable”. Moyano hará lo que no hizo hasta ahora: movilizaciones, huelgas y hasta reclamos judiciales.
El gobierno responderá a su vez con su mejor herramienta: escraches mediáticos, avanzadas políticas y hasta una oportuna reactivación del expediente de la mafia de los medicamentos.
"Kirchnerismo de manual", como dijo alguna vez el ex jefe de Gabinete Alberto Fernández.
Twitter: @cesanz1