¿Quién es el responsable de la mafia que se maneja dentro de la AFIP para que operadores y supervisores realicen operaciones sucias a pedido?
El tráfico de información en la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) ya es una historia repetida; se dio en gestiones anteriores pero tomó amplia notoriedad en la gestión de Ricardo Echegaray, como Administrador reemplazante de Alberto Abad, quién ejerció el mismo cargo que hoy desempeña durante la gestión de Néstor Kirchner; con lo cual las figuras se repiten y también los hechos de tráfico y venta de información interna a operadores externos, ofreciendo siempre respaldo a Empresarios cercanos al Poder de turno.
Así se podría citar a varios empresarios, tales como los protagonistas de tantos escándalos: Lázaro Báez, Cristóbal López y Daniel Llermanos; o los operadores de este último, “El Negro” Alonso —asesor del ex jefe de la investigación de la Región Centro de la AFIP—; José Antonio Fernández y Guillermo Tapia- Un empresario de Merlo, San Luis, creador de varias empresas dudosas.
¿Cómo operan?
El tipo de respaldo del que se habla y que es vox populi no es más ni menos que la venta de “protección” para no ser investigados fiscalmente. Todo esto propiciado y armado desde la Regional Sur y Metropolitana del organismo, que en la gestión de Echegaray estaba a cargo de Andrés Vázquez; quien si bien no gozaba del beneplácito del por entonces Administrador, por mantener un vínculo directo con la exSIDE, y a través de ese canal con la Quinta de Olivos lo convertía en intocable.
Gozando de sus riendas sueltas, se encargaba desde la Regional Sur de controlar diversas empresas vinculadas a los empresarios nombrados anteriormente.
Vázquez, durante la primera gestión de Abad en el organismo, del año 2002 al 2008, había sido literalmente congelado después del escándalo en la Inspección del Casino Flotante en el año 2007, pero volvió a tomar notoriedad en la gestión de Echegaray hasta el año 2015.
Disposición Nº 158/15: S/ROTACIÓN DE DIRECTORES Fecha: 30/03/15 según publicación del Boletín oficial: 1/04/15 se lo desplaza a Vázquez de su puesto en la Sur Metropolitana y pasa a desempeñarse como director interino de la Dirección Regional de los Recursos de la Seguridad Social Oeste.
En la actualidad el tráfico de información continua, junto con la venta de “protección” a empresarios; a cambio de una cuota monetaria.
En este largo transitar desde el año 2002 a la fecha hay otros operadores que dentro de la Sur, Metropolitana, y de la Región Centro circulan llevando a cabo el mismo modus operandi, con la particularidad de que en la actualidad los actores son cada vez de mayor jerarquía dentro del organismo.
Estamos hablando en este caso del Dr. Horacio Castagnola que se desempeña como Director en Dirección General Impositiva; su protegido Jaime Mecikovsky Subdirector General de Operaciones Impositivas del Interior; el Subdirector General de Fiscalización Marcelo Costa; la Subdirectora General de Operaciones Impositivas Metropolitanas Raggi Adriana; y su esposo Alejandro González Escudero; para así seguir bajando en los distintos niveles jerárquicos, hasta llegar al rango de Jefes de División, Supervisores e Inspectores, tal es el caso de de la División Fiscalización 2 de la región Centro.
Las áreas encargadas de llevar a cabo las inspecciones en los domicilios de los denominados contribuyentes/empresas son las distintas Divisiones de Fiscalización de las diferentes Regiones. La División de Fiscalización de la mano de sus inspectores y Supervisores son los que se encargan de notificar el inicio de las inspecciones y de llevarlas a cabo.
Cuando hablamos de cómo es el circuito de los llamados “kiosquitos” internos del organismo, hacemos referencia a que lo recaudado de esta forma se reparte entre toda la línea jerárquica; se da cuando ello es resultado se haber arreglado una fiscalización en donde todos con sus firmas refrenden el archivo de las actuaciones.
Sin embargo, si la “protección” se brinda desde la Región, se la quedan ellos. Si la protección la brinda el director de DGI (léase Castagnola) se la queda él y sus operadores externos (Llermanos, Tapia y Fernández) que son quienes venden la información al organismo.
Los protegidos obtienen a cambio de elevadas sumas de dinero el beneficio de no recibir fiscalizaciones, o simular el resultado de "estas visitas".
Por el contrario, si algo no les causa gracia a estos matones, se originan fiscalizaciones y órdenes de investigación generando así que se reabran antiguas causas archivadas, por períodos a que están a punto de prescribir y que ya han sido fiscalizadas. Como resultado, buscan que toda empresa entre en este círculo de corrupción sin fin.
Tal es el caso ABK3 S.A, una empresa la cual, entre los años 2014 y 2015, el AFIP la Marco como empresa usina de Facturas Apócrifas, generando en 2016 la fiscalización a uno solo de sus clientes, cuando por normativa debían generársele inspecciones o circularizaciones a todos sus clientes en forma paralela.
Este hecho confirma el ensañamiento de las personas nombradas anteriormente dentro y fuera del organismo para con algunos contribuyentes; en lugar de cumplir con la función propia del Ente.
También aparecen empresarios y profesionales tales como Llermanos, José Antonio Fernández, su yerno Guillermo Tapia, todos con algo en común: visten un velo de honestidad y ocultan toda una vida de mafia.