El incipiente hallazgo del cuerpo de Candela Rodríguez en una bolsa de residuos en Villa Tesei, confirmaría de alguna manera las sospechas que existían respecto a la venganza que alguien habría cometido contra la familia de la nena secuestrada imprevistamente el pasado 22 de agosto.
Es que, de acuerdo a lo que contó Tribuna de Periodistas a poco de desaparecer la niña, una de las hipótesis que supo manejar el fiscal Marcelo Tavolaro, a cargo de la investigación judicial, apuntaba al padre de Candela, Alfredo Laureiro Rodríguez, un hombre que se encuentra preso en el penal de Magdalena, el marco de una causa vinculada a la piratería del asfalto.
En ese contexto, Rodríguez declaró judicialmente hace unos días y apuntó contra ex miembros de su propia organización delictiva. Ese señalamiento dio pie a diversos allanamientos en villas del conurbano que quedaron truncos luego del hallazgo de la nena.
Tavolaro siempre sospechó que Rodríguez tenía mucho que ver con la desaparición de su hija, no solo por el elocuente silencio que la familia siempre sostuvo respecto de su persona, sino también porque él mismo admitió haber “mexicaneado” a sus ex colaboradores en el mundo delictivo.
También llamó la atención de los investigadores la seguridad que siempre mostró la mamá de Candela respecto a que su hija había sido secuestrada. “A mi hija me la robaron. No sé dónde puede estar. La tienen encerrada en algún lado”, dijo oportunamente. Y hasta llegó a hablar con los hipotéticos raptores: “Ya está chicos. Ya no pueden hacer nada. Devuélvanmela”.
¿A quién o quiénes les envió ese mensaje la mujer?
Hace instantes se supo un dato que no había sido revelado ni por la familia, ni por los encargados de la investigación. Se trata de algunos llamados extorsivos que habría recibido la tía de Candela, hermana de Carola Labrador, 48 horas antes del hallazgo del cuerpo de la niña, en el que fue intimada a pagar una aparente deuda de 100.00 dólares "para volver a ver con vida" a Candela. "Ahora sí que no vas a ver más a tu hija, ahora sí que no las vas a volver a ver. Hasta que ese conch… no devuelva la plata no la ves nunca más", se pudo escuchar en el llamado.
¿Confirma ese llamado una venganza contra el marido de Carola? ¿Por qué tanto ella como su familia omitieron hablar del padre de Candela a lo largo de la investigación? ¿Por qué recién ahora se difunde al audio de la extorsión? ¿Existieron otros llamados amenazantes que todavía no se conocieron? Si existe un audio, es porque el teléfono de la familia estaba intervenido, entonces, ¿por qué se tardó tanto en rastrear esa llamada?
Son preguntas que hoy parecen infructuosas y hasta anacrónicas, pero cuyas respuestas ayudarán a entender quiénes y por qué mataron hace más de dos días a la pequeña Candela.
Christian Sanz
Twitter: @cesanz1