"Lo que denunció (Sergio) Schoklender es solamente el 20% de todo lo que sabe, cuando cuente todo lo demás se va a armar flor de quilombo". Esas palabras pertenecen al jefe de asesores de uno de los ministros más poderosos del gabinete kirchnerista. El mismo funcionario fue el que anticipó a este medio hace tres meses que la financiera en la que cambiaba cheques el ex apoderado de Madres de Plaza de Mayo, era la misma que había blanqueado dinero para la campaña del Frente para la Victoria en el año 2007.
También es el mismo que descorrió los vínculos entre Schoklender —y la Fundación presidida por Hebe de Bonafini— con la Aduana Nacional y Ricardo Echegaray, publicado por Tribuna de Periodistas el 1º de julio de este mismo año.
El nexo se da a través de dos abogadas aduaneras que merecen ser investigadas: una de ellas es la jefa Titular de la División Causas Tributarias del Departamento Judicial de la Aduana, Claudia Sarquis, a la sazón "asesora" desde el 2004 del jefe de la cartera de Planificación Federal, Julio de Vido, y oportunamente denunciada por Tribuna de Periodistas.
La otra funcionaria vinculada a este affaire es la abogada kirchnerista Liliana Alasia, jefa del Departamento Judicial de Aduana y ¿casualmente? superiora jerárquica de Claudia Sarquis.
Las sospechas se concentran en múltiples donaciones, entre otras las efectuadas por las firmas Cis SRL y Ceramic Industry Supplying SRL, esta vez para otra entidad de las Madres, la Asociación Rebeldía y Esperanza. Todas fueron gestionadas ante la DGA por el área Redes de la Cancillería.
Dentro de la DGA recuerdan, además, otra operación conflictiva dentro de la Aduana porteña en los tiempos de Rosana Lodovico. Ocurrió en 2007, cuando la Fundación Madres de Plaza de Mayo pidió autorización para ingresar maquinaria importada de Italia, por un monto millonario, para construir sus viviendas sociales. Hubo varios profesionales que se negaron a validar el despacho con su firma, por temor a ser parte de un delito de contrabando, más una evasión tributaria millonaria, según reconstruyó oportunamente diario La Nacion.
Tras varias idas y venidas, las maquinarias salieron del puerto. El despacho N° 07 001 IC04 062028 M se fechó el 23 de abril de ese año y salió de la Aduana de Buenos Aires con un valor FOB declarado por US$ 2,1 millones, según consta en los registros oficiales del Sistema María.
La abogada Liliana Alasia, también accionista de la empresa Agüero Vera S.A., es recordada en Aduana porque, cuando murió Nestor Kirchner, se abalanzó literalmente a los llantos sobre el ataúd que guardaba los restos mortales del extinto ex Presidente. Digna discípula del santacruceño también es la funcionaria que se niega sistemáticamente a pagar hasta ahora, los legítimos honorarios que deben cobrar los abogados de la Subdirección General de Asuntos Legales de Aduana, escándalo del cual también habló in extenso este mismo medio.
Pero esa... es parte de otra historia que se contará dentro de unos días.
Christian Sanz
Twitter: @cesanz1