Gabriel Mariotto camina la provincia, se presenta como el “facilitador” de las necesidades de los intendentes del conurbano y asegura que tiene acceso directo con Casa de Gobierno para conseguir “lo que sea”. Obras, asfaltado, dinero... lo que sea.
Para que no quepan dudas, lo acompaña Amado Boudou, cual especie de garante de esas promesas. No es un secreto, para nada, sino parte de una “caminata permanente” para posicionar a Mariotto públicamente. Es por eso que no escasean las fotos de esa movida.
Daniel Scioli queda desdibujado frente a la avanzada de su vice y la molestia que esto le provoca ya no la puede disimular.
El mandatario toma nota de ello e instruye a Alberto Pérez, su jefe de Gabinete, para que impulse el diálogo con referentes de la talla de Mauricio Macri y Hugo Moyano. No es un dato casual que ambos sean importantes actores a nivel político y social y que a la vez estén enfrentados con Casa de Gobierno.
Pérez es hoy un actor relevante: fue quien se juntó hace unos días con el líder de
A la vez, para escapar a las especulaciones oficiales, Pérez intentó conciliar con el kirchnerismo a través de una entrevista en radio
A pesar de las declaraciones de su jefe de Gabinete, Scioli insiste en tejer acuerdos con mesura, pero sin dejar de tener presente que está siendo monitoreado de manera permanente por parte del oficialismo. En realidad, no le interesa: en el pasado hizo todo lo humanamente posible por mostrarse alineado al kirchnerismo y aún así permanecen los recelos hacia su persona. ¿Para qué sirve tanta obsecuencia acaso?
La desconfianza del Gobierno no es descabellada. Desde
Por ahora, el oficialismo observa con cautela, aunque no deja de avanzar en el plan que ya tenía en mente: desplazar a Scioli de la gobernación e imponer a Mariotto en el mediano plazo.
¿Cómo lo hará? Si bien no está definido puntualmente —hay tres “estrategias” en danza—, ha trascendido que a Scioli se le pedirá que encabece la lista de diputados bonaerenses del entrante 2013 (esta vez no será de manera testimonial).
De esa manera, el mandatario tendría que asumir su banca y dejar su cargo al frente del Ejecutivo comunal.
Si bien es una estrategia que hubiera funcionado exitosamente en el pasado, hoy Scioli no estaría dispuesto a semejante destrato. Por eso va marcando la cancha, a través de gestos concretos: primero, la foto con Macri; luego el pedido a Moyano. ¿Qué hará después?
Esa última pregunta desvela al kirchnerismo, sobre todo porque el acercamiento de Scioli con el líder de
Mientras estas líneas terminan de escribirse, un secretario cercano a Julio De Vido ha iniciado una tímida comunicación con Omar Viviani, titular del sindicato de Peones de Taxis y alter ego del titular cegetista. El acercamiento está aún lejano, pero no es imposible, sobre todo cuando la supervivencia de uno y otro actor están en juego.
Ya lo dice una vieja y conocida frase: “No los une el amor, sino el espanto”.
Christian Sanz
Twitter: @cesanz1