Dicen que muchas veces la realidad supera a la ficción. En la Argentina, eso parece ser un axioma permanente, por lo menos a nivel político. ¿Cómo analizar sino el “culebrón” Macri-Kirchner o la novela Scioli-Mariotto?
Respecto a este tópico, en las últimas horas ha ocurrido un hecho que ha pasado totalmente desapercibido para los medios que tiene una relevancia providencial. Tiene que ver con la decisión tomada por el Gobierno nacional de retirar al delegado que la Secretaria de Inteligencia tiene en la Provincia de Buenos Aires y cambiarlo por un hombre no alineado con el gobernador Daniel Scioli.
Un dato: la ex SIDE tiene delegaciones en todo el país, y sus agentes suelen trabajar con el mandatario de cada provincia cuando es oficialista y —obvio— “jugar a dos puntas” cuando es opositor (caso San Luis).
Como se dijo, el hombre de la SI que estuvo estos años en la Provincia de Buenos Aires reportando a Scioli acaba de ser removido —enviado a otro destino— y en su lugar está siendo nombrado un reemplazante que responde a Gabriel Mariotto. En buen romance, le acortaron de manera feroz los márgenes de maniobra a Scioli.
“Lo van a espiar hasta con micrófonos en la sopa de letras y otro tanto con su gente y con Karina Rabollini. ¿El objetivo de esta maniobra? Sacarlo de circulación en los próximos meses y concretar el proyecto de Mariotto Gobernador”, admitió un ex agente de la SI que sabe caminar la provincia de Buenos Aires y que fue consultado para esta nota.
Si alguna vez Diego Maradona dijo que le cortaron las piernas, Scioli podría decir que con este trueque —y la llegada a la poderosa entidad de los espías en La Plata de un hombre de Mariotto— le "cortaron los brazos". Pero suena como un chiste de mal gusto, aunque tanto trabajar de felpudo y obsecuente tiene su precio y sus consecuencias.
Christian Sanz
Twitter: @cesanz1