Acostumbrado a la chicana más soez, a la crítica infundada e incluso a las operaciones de prensa más penosas que pueda uno imaginar —baste recordar la que llevó adelante contra Francisco De Narváez en 2009—, Verbitsky se ha convertido en el escudo del kirchnerismo en los últimos años.
A través de su implacable pluma en el oficioso diario Página/12, siempre sazonada con aportes que le hacen los oscuros servicios de Inteligencia y la cuestionada AFIP del otrora poderoso Ricardo Echegaray, el “escriba” del poder supo erosionar la credibilidad de los enemigos del “modelo”. Ciertamente, aquellos que a Cristina y Néstor sabían estorbar.
Bastaba un dato, un mero rumor, un chimento, Y allí salía Verbitsky a destrozar a diestra y siniestra. Como hizo con el papa Francisco a través de un dato que luego fue desmentido por sus propios protagonistas… eso sí, cuando Cristina se amigó con el sumo pontífice, las notas contra Bergoglio desaparecieron de Página/12 y el “escriba” debió explicar lo inexplicable.
Lo curioso, en ese contexto, es el silencio de Verbitsky respecto de personajes sobre los cuales abunda la evidencia en hechos de corrupción, tales como Amado Boudou, Aníbal Fernández y otros tantos impresentables. La mirada tuerta, que le dicen, y no es la de Néstor.
Como sea, parte de los dardos del “escriba” durante este año fueron a parar al corazón del flamante presidente Mauricio Macri, a quien llegó a acusar de pedófilo sin ponerse colorado, solo por acercarse demasiado a una niña en un spot de campaña. La nota en cuestión puede encontrarse en el buscador de Página/12 por si alguno no cree que eso ha ocurrido.
No obstante ese y otros papelones, parece que Verbitsky no se dio por enterado de que Macri es el nuevo presidente y que el kirchnerismo perdió en las últimas elecciones. Es que, a través de su “operativa” columna insiste en martillar al gobierno entrante.
No está mal que ello ocurra, para eso está el periodismo, lo que está mal es la chicana, el infundio, la crítica destructiva e inverosímil… la mentira.
En ese contexto, la noticia este fin de semana fue que Verbitsky no le pegó a Macri en Página/12. En su habitual columna de los domingos en ese diario, esta vez titulada “Los libros y la calle”, el escriba reprodujo el aburrido discurso que ofició sobre la situación en las Américas durante una reunión celebrada en Madrid por la Comisión Internacional contra la pena de muerte, que integra.
Uno de sus tantos curros, claro. Los lujos que solo él puede darse.