“A Moyano lo rodeaba el fantasma de la droga”. Roberto Digón, expresidente de Boca Juniors
Como es de público conocimiento, Garbarino está en venta. Se trata de la célebre firma de electrodomésticos que alguna leyenda urbana atribuyó alguna vez a Cristina Kirchner.
Quien se mostró interesada en adquirirla fue la empresa Covelia, cuyo dueño es Hugo Moyano a través de desconocidos testaferros. Lo increíble es que se trata de una firma especializada en recolección de residuos, nada que ver con electrodomésticos.
Por lo pronto, Covelia ya hizo conocer un posible interés por la empresa a los bancos acreedores.
Es que, según publicó diario La Nación esta semana, Garbarino les debe $5.000 millones a un grupo de bancos, liderados por Galicia y Santander, y otros $7.000 millones a sus principales proveedores de mercadería.
En este último caso, la lista de acreedores incluye a empresas internacionales como Samsung, Carrier y LG, y jugadores locales como Newsan, Mirgor, BGH y Alladio.
En ese contexto, Moyano ha jugado fuerte: a través del gremio Camioneros ha copado el centro de distribución de La Tablada.
Digresión aparte: es curioso, porque Hugo intenta que no lo vinculen con Covelia y se manda “en cana” solito con ese tipo de movidas.
Quien preside la firma de la basura es Ricardo Depresbiteris, a quien todos señalan como uno de los “prestanombre” del camionero.
Ya en 2011, Tribuna de Periodistas puntualizó que Depresbiteris pasó de ser chofer de esa empresa, en 2006, cuando cobraba un sueldo de $ 6.570, a ser su presidente y comprarse un yate último modelo.
“Hay que mencionar que en 1999 Covelia pertenecía a un indigente. Desde entonces creció astronómicamente y hoy factura 720 millones de pesos al año, tiene 3.000 empleados, 800 camiones y contratos con 12 municipios del conurbano. San Miguel, Merlo, Lomas de Zamora, Lanús, San Martín, Escobar y Bahía Blanca, son solo algunos de ellos”, publicó entonces este mismo cronista.
Aquellos pocos que se animan a mencionar la avanzada de Moyano sobre Garbarino, aseguran que el interés del camionero podría darse por dos motivos: la posibilidad de blanquear dinero de negocios ilícitos, algunos de los cuales —como el narcotráfico— ya fueron detallados por este portal; o el gran negocio que representan los créditos de dinero en efectivo. Incluso una cosa no quitaría la otra.
En ese marco, hay quienes sostienen que Moyano ya es dueño de las cadenas Ribeiro y Megatone, también a través de terceros.
“Huguito quiere hacer lo mismo que hizo Yabrán en su momento, pero en vez de empresas de correo lo hace con firmas de electrodomésticos”, dijo a TDP un diputado bonaerense que viene pidiendo informes sobre Covelia, sin éxito.
Sus palabras dan cuenta del eficaz negocio narco que había pergeñado “Don Alfredo” en su momento: el envío de drogas a través de encomiendas de correo. Todo aparece bien detallado en el libro “La larga sombra de Yabrán”, publicado por este cronista en 1998 bajo el sello de editorial Sudamericana.
No en vano, cuando este último desapareció de la faz de la tierra a través de un oportuno suicidio, muchos dijeron que su sucesor natural era Moyano. Nada es casual.