No es la primera vez que usinas del kirchnerismo intentan desacreditar al sitio de Tribuna de Periodistas asegurando que responde a la Secretaría de Inteligencia (ex SIDE). Es una fábula que inició Aníbal Fernández en el año 2005 cuando no podía explicar las denuncias que hacía este portal contra él por sus vínculos con el narcotráfico.
Pocos saben que este tema llegó a nivel judicial y dos cosas quedaron claras: primero, que el ex jefe de Gabinete perdió dos querellas judiciales iniciadas contra quien escribe estas líneas; segundo, jamás se animó a sostener ante el estrado lo mismo que insinuaba por lo bajo: que TDP era un sitio relacionado con los “servicios”. Obviamente tenía temor de ser sancionado, ya que su acusación no podía sostenerse con evidencia.
A partir de ese momento, los medios de comunicación alineados con el kirchnerismo, en lugar de hablar sobre los señalamientos que este portal lleva adelante respecto de los funcionarios gubernamentales, prefirieron insistir con esa insólita acusación.
De más está decir que, ni Tribuna ni ninguno de sus periodistas tiene relación con los servicios de Inteligencia. Es un sitio que se destaca por su transparencia —tiene Manual de Estilo propio y hasta un Defensor del Lector— y jamás toleraría algo así.
Por otro lado, sería estúpido que ello ocurriera, ya que oportunamente este portal denunció ese mismo hecho: el listado de los colegas que cobraban sobres de la SI. ¿Cómo se entendería que un medio de comunicación cobrara del mismo lugar al que denuncia?
Por si ello no fuera suficiente, los desaguisados de la ex SIDE han sido revelados por TDP en una treintena de oportunidades; se trata de hechos gravísimos. En 2008, por caso, explicamos en exclusiva cómo los espías vernáculos hackeaban a periodistas, políticos y empresarios.
Más tarde, en 2010, contamos los detalles aportados por las empresas Telecom y Telefónica respecto a cómo la ex SIDE les ordenaba intervenir teléfonos sin orden judicial, es decir ilegalmente. Y así sucesivamente.
Y ahí es cuando viene la pregunta: ¿Tan estúpidos son los funcionarios de la Secretaría de Inteligencia de pagarle a un medio que vive denunciando situaciones de semejante gravedad?
Lo relatado viene a colación de una nota —sin firma, obviamente— que publicó en las últimas horas diario Tiempo Argentino, perteneciente al “empresario” Sergio Szpolski, donde se acusa a TDP de ser “un portal de inocultable relación con sectores de inteligencia” (1). Más allá de las aclaraciones, que no hacen falta a esta altura —con una sola evidencia al respecto, nos callarían para siempre—, es insólito de dónde proviene el señalamiento.
Es que Tribuna ha denunciado al oficialista empresario en más de una oportunidad por sus operaciones de prensa y también por nutrirse de información de la usina de espionaje estatal. Así se reveló en febrero de 2011 en una nota que, no casualmente, se tituló Cómo Sergio Szpolski se nutre de información de la SIDE:
“Uno de los principales sostenes de Szpolski es Darío Richarte, ex subjefe de la SIDE durante la gestión de Fernando de la Rúa. Fue con el apoyo de Richarte, ex secretario de la UBA, que Szpolski creó en 2002 el diario universitario La U, uno de sus primeros medios. A través de él, Szpolski también llegó a conocer una diversa cantidad de agentes de Inteligencia. Algunos de ellos trabajan para él.
El más destacado es Juan José Gallea, ex director de finanzas de la SIDE en la gestión De la Rúa, quien se desempeña como gerente de finanzas del Grupo Veintitrés. Gallea manejó el dinero reservado de la SIDE. Incluso trabajaba en ese organismo cuando se votó en el Senado la ley de reforma laboral: ante la Justicia, el arrepentido Mario Pontaquarto aseguró que De la Rúa sacó plata de la SIDE para pagarle sobornos a los senadores”.
¿No es sorprendente que un medio que se nutre de la “carne podrida” del espionaje más rancio acuse a un sitio independiente como Tribuna?
Hay un dato que no es menor a ese respecto: las notas que publica Tiempo Argentino no presentan fuentes ni tienen firma. Los artículos de TDP están todos firmados por personas que se hacen responsables de sus dichos y cuentan con elementos que sostienen la acusación.
Por si lo antedicho no fuera suficientemente elocuente, hay un tercer elemento que convierte a todo lo mencionado en una comedia de los hermanos Marx: Szpolski ofreció a este periodista trabajar para revista Veintitrés en el año 2007. La falta de independencia a la hora de poder desempeñarme profesionalmente fue suficiente motivo para decir que no.
Entonces: ¿Cómo es que de pronto una persona que valoraba mi trabajo como para ofrecerme incorporarme a su redacción de pronto aparece fustigándome a través de sus mismos medios? La respuesta es sencilla: no hay dudas de que existe una orden por parte de funcionarios del kirchnerismo para atacar a Tribuna de Periodistas y, eventualmente, a sus periodistas, editores y director. Las usinas son los medios K como Página/12, Tiempo Argentino y revista Veintitrés.
Ya se ha explicado in extenso cómo repercuten los artículos que se publican en este portal, no solo por ser uno de los más visitados de la Argentina a la hora de buscar información independiente, sino también por la calidad de las denuncias que se efectúan. Se trata de investigaciones que suelen aparecer con días o semanas de atraso en los grandes medios.
Así y todo, ¿tanto molesta lo que se publica? ¿Tanta corrupción hay en el gobierno que deben salir a “matar” a los periodistas que revelan esos hechos?
Mentiría si dijera que los golpes que viene asestando el oficialismo a través de sus medios alcahuetes no provocan temor en la redacción de TDP. Hay preocupación, y mucha. ¿Hasta dónde llegará el embate? ¿Se conformarán con la injuria mediática o irán por más? Esas son algunas de las preguntas que hoy se hacen los periodistas que escriben en este sitio.
Sus temores no son infundados: Tribuna es uno de los medios que más cartas documento y querellas penales ha recibido de 2003 a la fecha, amén de haber sufrido infinidad de inspecciones de AFIP y otros organismos públicos en el mismo lapso. ¿Cómo proceder frente a semejante atropello?
El ataque, como es sabido, no se da solamente contra este sitio, sino también contra otros que son tan o más críticos que TDP. Tal vez no con tanta virulencia, pero el ataque es puntual y real.
Tal el caso de OPI Santa Cruz, uno de los más prestigiosos medios de información de la Argentina y ubicado en una de las provincias más convulsionadas del país. Allí, Rubén Lasagno y su equipo de periodistas hacen un encomiable trabajo, muchas veces destacado y reproducido por grandes medios de comunicación.
La labor que estos llevan adelante conlleva una gran dificultad, ya que sus recursos escasean y, como es de esperar, no cuentan con pauta del Estado, ni a nivel nacional ni a nivel provincial.
A pesar de ello, los colegas de OPI también fueron acusados falsamente por el diario de Szpolski de estar estrechamente vinculados “con los servicios de inteligencia” (2). De más está decir que el enojo oficial para con los colegas santacruceños ocurre por el hecho de que son uno de los pocos medios independientes en esa provincia.
Sin la existencia de OPI, ¿cómo se hubieran enterado los grandes medios que Cristina Kirchner debió usar un avión privado el último fin de semana para viajar a Río Gallegos? Esa y otras revelaciones solo se conocen gracias al trabajo de Lasagno y su equipo.
Y la mención a ese hecho no es casual, ya que ello es lo que motivó el enojo de la Presidenta para con los colegas. “En Fuerza Aérea volaron hasta los pisapapeles, Cristina hizo un quilombo de película, ya que no quería que se supiera que se descompuso el Tango 01”, admitió a TDP una alta fuente santacruceña.
Un dato a ese respecto: cuando Cristina acusa a la prensa crítica de montar un seguimiento hacia su persona de la mano del Departamento de Inteligencia de Santa Cruz —el cual paradójicamente anuló el gobernador Daniel Peralta en 2011—, debería recordar que esa cuestionada dependencia fue creada por el tío de Néstor Kirchner en la época en que Alejandro Lanusse era presidente y “su” provincia era gobernaba por el tío de María Rocío García, la mujer de Máximo K.
Concluyendo
Oportunamente, se ha analizado lo escandaloso del hecho de que la pauta del Estado se utilice para premiar o castigar a los medios de acuerdo a su alineamiento oficial. En este caso, la cuestión se vuelve más intrincada: ¿Está bien que se usen recursos de todos los ciudadanos, no solo para atacar, sino también para injuriar y calumniar a colegas no oficialistas?
A esta altura, se hace visible una última paradoja: la misma pauta publicitaria que se usa para golpear a los medios críticos se ofreció en tres oportunidades a este portal: en 2005, en 2007 y en 2009 (3). En todas las situaciones, se rechazó el convite a efectos de poder conservar la independencia periodística.
Lo que queda entonces es un incómodo interrogante flotando en el aire: ¿Por qué el mismo sitio que en su momento mereció el ofrecimiento de relevantes recursos del Estado, se volvió —de golpe y porrazo— merecedor de los ataques más duros propinados por el mismo gobierno?
Es una pregunta que no tiene respuesta, como casi ninguna de las que los periodistas de este portal suelen hacerles a funcionarios del kirchnerismo.
Christian Sanz
Seguir a @CeSanz1
(1) Tiempo Argentino se equivoca en su nota al decir que “supuestamente” me llamo Christian Sanz: efectivamente ese es mi nombre.
(2) El diario vuelve a equivocarse al decir que Lasagno es “articulista” de Tribuna de Periodistas. Lo único que hace este sitio es levantar algunas notas de esa web, como hacen muchos otros medios. Por caso, TDP es uno de los que menos reproduce las notas de OPI.
(3) Obsérvese que siempre coincide el ofrecimiento con años electorales. No es casual.