Tribuna de Periodistas es un medio independiente que nació en el año 2003 y que desde sus comienzos tuvo serios inconvenientes con el kirchnerismo. Primero con Néstor y después con Cristina Kirchner.
No solo se trata del medio más querellado penalmente en ese lapso —hay un ex jefe de Gabinete que él solito nos denunció en dos oportunidades—, sino también uno de los más presionados por los funcionarios de turno de Casa de Gobierno. Se ha intentado comprar su silencio a través de la pauta del Estado en 2003/2004, años en los que, casi en soledad, este portal mostraba la cara de la corrupción oficial a través de sobreprecios en la obra pública, enriquecimiento de sus funcionarios, e incluso el incipiente espionaje gubernamental. En esos días, dicho sea de paso, la mayoría de los diarios —con Clarín a la cabeza— elogiaban el "modelo" de los Kirchner.
El precio de denunciar solitariamente los desaguisados del oficialismo fue muy elevado: amenazas, escraches, denuncias y hasta hackeos a nuestro portal. Quienes trabajan y/o trabajaron en TDP —una veintena de periodistas— pueden dar fe de los aprietes sufridos en los primeros años del kirchnerismo, así como también el abogado que nos representa, Alejandro Sánchez Kalbermatten y hasta nuestro webmaster, Diego Gentilezza. Muchos de ellos han sido testigos inclusive de las reiteradas —y disparatadas— inspecciones hechas a la oficina de Tribuna por parte de la AFIP, el Ministerio de Trabajo y media docena más de inútiles reparticiones oficiales. En todas ellas solo se buscó amedrentar a los cronistas que se desempeñan en este sitio. No es especulación: lo han dicho públicamente los propios funcionarios delante de los presentes.
A pesar de semejante carga, este portal siguió adelante con su trabajo independiente, no solo mejorando su labor periodística, sino también agregando herramientas de transparencia, como el Defensor del Lector y el Manual de Estilo.
En los últimos meses, la persecución empeoró aún más, especialmente debido a la gravitación que tiene este medio a nivel político. Puede gustar o no lo que aquí se publica, pero jamás pasa desapercibido. Si así no fuera, ¿por qué el Gobierno se toma tanta molestia en desacreditarnos a través de los medios oficialistas y nos hostiga judicial y administrativamente?
Diarios como Página/12, Tiempo Argentino, El Argentino, revista Veintitrés, programa 678 y muchos otros medios oficialistas, han cuestionado la reputación de los periodistas de TDP en más de una oportunidad. En realidad, lo han hecho porque no pueden desacreditar lo que aquí se publica; ergo, se ataca al mensajero. Eso sí, siempre a través de la infamia y la mentira.
Si existiera una sola prueba de que los que hacemos este sitio somos corruptos, ¿no se hubiera publicado ya hace muchos años? Ello sería irrefutable. Solo hay un problema: no existe tal evidencia. Pocos medios pueden jactarse de la independencia que ostenta Tribuna de Periodistas.
Tal es así, que ningún medio oficialista se animó al debate propuesto por quien escribe estas líneas, sobre periodismo y honestidad intelectual. La producción del programa híper oficialista 678, por caso, rechazó una interesante propuesta de enfrentar a todo el plantel del ciclo, bajo un pretexto que daría vergüenza ajena mencionar. Hubiera sido revelador: uno contra todos. Se insiste en la pregunta: si esos medios tienen tanta seguridad en sus afirmaciones, ¿por qué no atreverse a la discusión pública, documentos en mano?
En lugar de ello, la prensa oficialista opta por la injuria más baja, sin posibilidad de respuesta por parte del calumniado. ¿Es esto ético?
Volviendo al tema de los aprietes a la prensa independiente: no contento con la presión a través de organismos públicos y querellas penales varias, el kirchnerismo ha optado recientemente por otro tipo de embestidas, esta vez a los anunciantes de TDP.
"Tengo que sacar dólares del país y solo me lo permiten si les quito la publicidad del sitio", admitió en las últimas horas el titular de una firma que anuncia en este portal y que no quiso que su nombre se revelara. La advertencia le llegó por parte de funcionarios de la AFIP, cercanos al titular de esa dependencia. Anteriormente, otro anunciante —no tan importante pero anunciante al fin— había advertido lo mismo. ¿Cómo se entiende semejante conducta en un Estado de derecho? Peor aún, ¿vivimos acaso en un Estado de derecho?
No se trata ya de bloquear la publicidad del Estado a los medios no alineados, sino de ahogarlos económicamente. Siempre con las mismas herramientas con las que se intenta controlar la economía y el mercado cambiario: a través del apriete.
De más está mencionar que este portal vive solo de los ingresos genuinos de quienes publicitan en él. En general se trata de personas que ofrecen bienes y servicios —jamás hemos tenido pauta del Estado Nacional— y que saben que, por la cantidad de lecturas que tiene TDP, puede resultarles efectivo darlos a conocer aquí.
Sin embargo, hay quienes lo hacen también para apoyar al periodismo independiente. "Me gusta leer noticias que otros medios no cuentan o que publican más tarde y creo que eso tiene un precio, por eso quiero pautar en Tribuna", aseguró al momento de contratar la publicidad, el mismo anunciante que hoy abandona este sitio. Fue hace más de dos años.
Debe mencionarse que el mismo empresario ofreció mantener la cuota dineraria mensual que solía abonar, pero sin la pertinente contraprestación publicitaria, lo cual no se aceptó por cuestiones de ética periodística y respeto a los lectores de este sitio.
Resta decir que, si bien será más complicado para quienes hacemos TDP seguir ejerciendo nuestro trabajo a diario, de ninguna manera decaerá la calidad del servicio que brindamos desde hace más de 9 años. Si hemos podido avanzar sobre crisis más complejas, ¿por qué no lograríamos superar esta coyuntura?
En fin, dicen que "no hay mal que dure cien años". Agregamos: "Ni kirchnerismo que resista tanto tiempo".
Christian Sanz
Director Periodístico de Tribuna de Periodistas