Luego de que el periodista Nicolás Wiñazki le preguntara si era docente, Roberto Baradel explotó de furia y dejó el set de televisión donde estaba siendo entrevistado.

Acto seguido, en las redes sociales comenzó la furia tuitera contra el titular de SUTEBA, por su suspicaz actitud. Muchos entendieron entoncces que no era docente: ¿No hubiera respondido la simple pregunta de Wiñazki en caso de serlo? 

Al paso de las horas, apareció la supuesta prueba que terminaría con la discusión: el analítico de Baradel, que mostraría que se recibió en 2001 de docente.

De inmediato, comenzaron las preguntas: si tenía ese analítico, ¿por qué no lo mostró antes? ¿Por qué permitió en su momento que lo criticaran desde su propio ámbito —SUTEBA—, acusándolo de no ser docente?

Pero primero lo primero: ¿Es original el analítico? En principio eso parece. 

Sin embargo, se trata de un “post título”, enmarcado dentro de la resolución 6485/2000, un curso para capacitar a “no docentes”. De hecho, la cantidad de materias que ostenta es la mitad que la que corresponde a una carrera “normal”. 

Como lo explicó un especialista a este cronista: “El post-titulo que tiene fue instrumento de la reforma educativa para que los NO docente pudieran dar clase sin formación como tales”.

¿Ese documento lo habilita como docente? Sí. Hasta ahí no hay discusión.

Ahora viene la segunda cuestión: ¿Presenta alguna anomalía el certificado? Sí, varias. A saber:

-En el analitico dice "EBG3 y Polimodal", en vez de EGB3. 

-No dan las correlatividades de al menos dos materias. 

-El día 27 de noviembre de 2001 acreditó 2 materias... con 10 y al día siguiente (28-11-01) acreditó otras 2 materias... y también sacó 10 en las 2 materias. Todo un genio.

-Recibió su diploma antes de dar su última materia si se cotejan las fechas del analítico con las de la foto de graduación que también se mostró a través de las redes sociales.

-Nunca se mostró el reverso del documento, donde aparecen las firmas del inspector y de las autoridades de La Plata. 

-El documento fue emitido por el Instituto Superior de Formación Docente y Técnico N° 49 de Brandsen con una media de calificaciones muy alta, la mayoría 10 y algún 8 y 9. 

A su vez, aparece un detalle muy interesante: la primera materia que dio Baradel data de agosto de 2000 y la última de diciembre del 2001. ¿En poco más de un año logró el gremialista rendir 17 materias? 

Más aún: en un día logró dar dos materias e incluso el último examen de la carrera lo dio el 19 de diciembre de 2001, cuando se produjo la represión policial que paralizó el país.

Si a eso se agrega que desconoce lo básico del derecho a pesar de ser abogado, las suspicacias se suman. ¿Tendrá algo que ver que estudió en la Universidad Nacional de Lomás de Zamora, célebre en su momento por la venta de títulos, tal cual denunció Infobae?

¿Cuál habrá sido el papel de Diego Molea actual rector de esa casa de estudios y expresidente —hasta hace unos días— del Colegio de Abogados de Lomas de Zamora? Aníbal Fernández es quien conoce bien la trama porque su diploma también está en duda: le fue regalado por el entonces decano de la Facultad de Derecho de la UNLZ, Alejandro Tullio. Quien suele contar los detalles de la historia es su exchofer  "Dani" Cerpa Salega.

Tal vez todo lo antedicho explique por qué Baradel no quiso hablar antes acerca de sus estudios y jamás había mostrado públicamente su analítico.

Como se dijo, sus propios colegas lo han cuestionado en su momento, argumentando que no representaba a los docentes porque solo era preceptor.

Por caso, según pudo comprobar el portal Chequeado, el 31 de diciembre de 1993 Baradel tomó dos cargos como preceptor en una escuela de Lomas de Zamora (que sería la escuela Nº de 22 de Villa Urbana), y al día siguiente pidió licencia gremial. 

Son demasiadas incongruencias, registradas a través de un chequeo mínimo de información que pocos medios se animaron a realizar. En breve, un análisis más exhaustivo con nuevas revelaciones. Mientras tanto, sería pertinente que alguien se ocupara de investigar cómo Baradel birló casi 3 mil millones de pesos a la obra social IOMA junto al titular de UPCN, Carlos Quintana.