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Quién es la nueva testigo "trucha" de Trimarco

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LA INSOPORTABLE PERSISTENCIA DE UNA MENTIRA
LA INSOPORTABLE PERSISTENCIA DE UNA MENTIRA

En mi último libro, Trimarco SA, demuestro sobre la base de evidencia irrefutable que la historia de la desaparición de Marita Verón es una completa fábula, pergeñada por su propia madre.

 

Allí queda de manifiesto que los testimonios sobre los cuales se basa Susana Trimarco han sido armados por ella misma junto a un corrupto comisario llamado Jorge Tobar. Dos de ellos son emblemáticos al respecto, los de Fátima Mansilla y Anahí Manassero.

Respecto de la primera, la Justicia la descalificó por no encontrar su testimonio “sostén en otros elementos probatorios”. Más aún, el entonces secretario Judicial del caso Verón, Ernesto Baaclini, consideró sus palabras falaces y carentes de sustento.

Manassero directamente contradice a Mansilla, por lo cual su testimonio se descalifica solo. No obstante, la justicia demostró que su relato fue una completa fabulación.

Hay muchos otros elementos que tiran abajo la pretensión de Trimarco de que su hija fue secuestrada por un grupo de proxenetas. Casi todos aparecen en el mismo expediente judicial.

De hecho, ella misma cuando declaró por primera vez, en 2002, pidió que investiguen el posible asesinato de Marita a manos de su yerno, David Catalán, algo que hoy calla de manera sintomática.

Con el tiempo, su testimonio viro en 180º y encontró un interesante nicho económico al jurar y perjurar que su hija había sido víctima de un grupo de tratantes de personas.

Para sostenerlo debió hacer grandes malabares, inventar situaciones imposibles y “preparar” testigos. Poco le sirvió, ya que en 2012 la justicia absolvió a todos los acusados por ella y debió mediar el poder político para forzar una condena que conformara a Trimarco.

La misma fue refrendada por jueces que ni siquiera habían leído el expediente. Lo confirmó a este periodista el único de los tres magistrados que votó en disidencia, Emilio Páez de la Torre.

Como sea, en estos días en los que está a punto de ver la luz mi última obra de investigación en papel —Trimarco SA, como se dijo—, la madre de Marita Verón ha sacado de la galera una nueva testigo, aún más “trucha” que las anteriores.

Eso sí, esta vez se cuidó de que no se conociera su nombre para que no se pudieran descubrir sus vínculos con ella (Más adelante se dará su nombre y apellido).

Lo cierto es que los medios de Tucumán le dieron cobertura a su testimonio sin chequear uno solo de los datos que aportó. La nueva testigo, mencionada como JTP245, le viene como anillo al dedo a Trimarco, ya que vuelve a insistir con el cuento de que a su hija la robó el proxeneta Rubén “Chancha” Ale junto con sus secuaces.

Una digresión, que hago cada vez que escribo sobre este tema: Ale y toda su runfla merecen estar presos, pero nada tienen que ver con la evaporación de Marita.

Prosigue la testigo: “La agarraron y se la llevaron a Rivero y a Daniela Milhein. Ellas se encargaron de entregarla a una persona de apellido Luna que, según tengo entendido, la llevó a España por una red de trata de personas a nivel internacional”.

Incluso la mujer fue más allá: aseguró que Marita fue entregada al secretario de Trabajo de Tucumán —a la sazón titular de Federación Obrera Tucumana de la Industria del Azúcar — Roberto Palina.

Amén de que el testimonio de la mujer carece de elementos verificables y abunda en contradicciones —no faltan disparates a su relato—, la línea que refirió y que lleva a España ya fue analizada y descartada por la fiscal Adriana Reinoso Cuello cuando estaba investigando el caso.

En dicho marco, este periodista pudo saber que la nueva “testigo estrella” se llama Flavia Analía Verónica Zamar, es tucumana, y tiene un vínculo directo con Trimarco. Ergo, su testimonio es poco fiable, como los anteriores.

 

Y de yapa…

Hace unos días, culminó el III Encuentro Internacional sobre Trata de Personas Región NOA que se realizó en la ciudad de Catamarca con la presencia de más de 2.500 participantes.

Se trató de un mega evento que no tiene precedentes en la Argentina, convocado por la ONG “No a la trata”, referente de la Red de Alto el Tráfico y la Trata (RATT) Catamarca, liderada por Ana María Contreras.

Allí estuvo Trimarco, junto a sus abogados y, según pudo saber quien escribe estas líneas, presionó duramente a Sandra Ferrini, titular de RATT Uruguay a efectos de que se desdijera de la revelación que hizo este cronista sobre la desaparición de Marita Verón.

“No me la creo, Marita no fue secuestrada, fue vista por una chica que yo conozco en Francia”, dijo la mujer entre otras afirmaciones.

¿Por qué el apriete para que Ferrini desmintiera sus propias palabras? ¿Por qué no la querellaron penalmente o la acusaron públicamente?

Más aún: ¿Por qué Trimarco no acepta un debate cara a cara con este periodista? ¿Por qué sus abogados —uno de ellos, otrora defensor del narcoterrorista Monzer Al Kassar; el otro preso en 2015 por disturbios— aprietan a los medios que se animan a hablar de mi libro?

Son solo algunas de las tantas preguntas que deberían ser respondidas en estas horas, agregando un interrogante crucial: ¿Por qué la madre de Marita insiste en no rendir los más de 23 millones de pesos que le dio el kirchenrismo solo en 2015?

 

4 comentarios Dejá tu comentario

  1. Te creo un periodista muy serio Christian. Espero que se caiga poco a poco lo que han querido fabular los K en todos estos años. Saludos.

  2. Es un disparate inferir que Marita Verón haya sido secuestrada por gente vinculada a prostitución, estos no secuestran chicas grandes de familia, estudiante universitaria y con una pequeña hija, como en este caso. Si lo hicieran se comprarían un problemón, porque es imposible mantener secuestrada y obligada a protituirse a una chica así. Justamente esta actividad requiere que la que la practica esté continuamente en contacto con gente extraña y diferente, a la que como mínimo le podría participar de sus pesares y lograr ayuda para escapar o ponerse en contacto con su familia de alguna menera. Los proxenetas usan a chicas vulnerables, abandonadas por sus familias y que viene de sufrir todo tipo de vejámenes y padecimientos, lo que les hace resultar esa "explotación" un mal menor. Evidentemente lo más probable es lo que sostuvo al principio: "...en 2002, pidió que investiguen el posible asesinato de Marita a manos de su yerno, David Catalán, algo que hoy calla de manera sintomática...". Es fácil en Tucumán, una región montañosa, hacer desaparecer un cadáver.

  3. Gracias Forte, lamentablemente en la sociedad argentina hay muchas "insoportables mentiras" como la de "la Marita Verón secuestrada por la trata", que persisten y nos joden la vida.

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