Con no poca preocupación, en los útimos días Tribuna de Periodistas viene señalando los detalles del incesante avance que el Gobierno lleva adelante sobre la Justicia argentina. No es algo novedoso, ya que el control del Ejecutivo sobre los jueces federales es ostensible e indisimulable.

El botón de muestra es el siempre polémico Norberto Oyarbide, aunque no hay casi magistrado de ese fuero que resista la presión oficial. Basta seguir los pasos del auditor de la AGN, Javier Fernández, o del secretario de Justicia de la Nación, Julián Álvarez, para conocer de cerca esas injerencias.

Sin embargo, en las últimas semanas el embate ha avanzado a sitios impensados, como el independiente Consejo de la Magistratura. Allí se intenta imponer a un juez afín al Gobierno que lleve adelante el denominado "expediente Clarín" a piaccere del mismo. Cabe preguntarse: ¿Hasta dónde llegará el kirchnerismo en su cooptación del Poder Judicial? ¿Acaso algún funcionario leyó lo que dice la Constitución Nacional sobre la independencia de poderes?

Por si lo antedicho no fuera suficiente, en las últimas horas el Gobierno intenta imponer la polémica figura del "per saltum" a través del Congreso de la Nación, un instrumento que recuerda algunos de los peores hechos de corrupción del menemismo. Uno de ellos fue la escandalosa privatización de Aerolíneas Argentinas.

Esto ocurre en momentos en los que muy pocos resquicios legales escapan a la mano de los Kirchner. ¿Por qué entonces insistir con la introducción de ese recurso? Peor aún, ¿por qué durante los nueve años que el kirchnerismo lleva en el poder jamás se había planteado la necesidad de reglamentar tal figura?

Este jueves, la escalada llegó aún más lejos de la mano del oficialista senador Marcelo Fuentes, quien aseguró sin ponerse colorado: "Si esto es presionar a la Justicia, bienvenida la presión a la Justicia". ¿Cómo debe entenderse una declaración tan poco democrática?

Esas palabras fueron pronunciadas en el marco de la defensa que hizo hoy el presidente del bloque de senadores del FPV, Miguel Ángel Pichetto, respecto al avance oficial para imponer el per saltum. Todo en pos de reglamentar el aborto no punible que, según el mismo legislador, "sigue el lineamiento del fallo de la Corte".

Sorprende que en su discurso el kirchnerismo insista en diferenciarse del menemismo y en los hechos apele a herramientas que parecen calcadas de esos mismos años. Por caso, los sobresueldos a jueces federales, los "carpetazos" y hasta la presión directa a los mismos magistrados, supieron ser los tópicos característicos de los años 90 que hoy copian los Kirchner.

La paradoja es que los funcionarios que impulsan la movida sobre la Justicia son los mismos que apoyaron la corrupción de Carlos Menem durante su gobierno. Julio Alak y Miguel Ángel Pichetto son los principales exponentes de ello.

Pocos saben que el hoy Ministro de Justicia fue uno de los pocos que se animó a defender a Carlos Menem cuando estaba preso en Don Torcuato; a su vez, el titular del bloque del Senado del FPV ha sido una de las principales espadas del menemismo a la hora de responder por los hechos de corrupción de esos días. Baste ver el siguiente video para comprobarlo.

Con estos antecedentes, ¿con qué cara puede hoy el oficialismo hablar de respeto a la Justicia? Se insiste en la pregunta: ¿Cuál será el límite de la escalada que se lleva adelante en estas ingratas horas?

Por más que se persista en decir que no existe presión oficial sobre los magistrados, nadie cree ya en palabras que contradicen puntuales hechos. El propio presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti aseguró hoy que "las presiones que existan no deben amedrentar a los jueces y juezas". El mismo funcionario invitó a que el Poder Judicial permanezca "unido" para "enfrentar cualquier viento fuerte que aparezca".

Para que no dejar dudas al respecto, Lorenzetti llamó a "defender los principios básicos de la Constitución como organización de la República" y advirtió que "las decisiones de la mayoría también pueden ser inconstitucionales".

La elocuencia de esos dichos se complementan con el peso de la persona que los supo pronunciar. Ni más ni menos que el principal referente de la Justicia argentina: el titular de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

No es poco.

Christian Sanz
Seguir a @CeSanz1