"Hay elementos suficientes como para pedir la detención de la expresidenta de la Nación Cristina Kirchner". Palabras más, palabras menos, esa fue la frase que Claudio Bonadio les dijo a sus íntimos en las últimas horas -entre ellos el fiscal Carlos Stornelli- en el marco de la causa de los cuadernos de la corrupción K.
Se trata del expediente que se inició a raíz de las anotaciones de Oscar Bernardo Centeno, chofer del otrora "mano derecha" de Julio De Vido, Roberto Baratta.
Allí, quedaron plasmados los circuitos de la corrupción del kirchnerismo: quiénes cobraban, a quién le cobraban, dónde lo hacían y quién recibía ese dinero mal habido.
De los cuadernos surge la existencia de una treintena de lugares desde los cuales se recogieron bolsos repletos de dinero, luego canalizados a domicilios relacionados con Néstor y Cristina. Uno de ellos era Uruguay 1306, domicilio particular del matrimonio presidencial.
Pero no se trata solo de lo que dicen esas desvencijadas hojas: la justicia cotejó -y sigue cotejando- la veracidad de lo que allí se plasmó.
De esa manera, se pudo comprobar que la mayoría de los hechos descriptos ocurrieron cabalmente. Por ejemplo:
1-Los autos que mencionan los cuadernos realmente existen e hicieron los recorridos que allí se menciona. Algunos de esos vehículos están registrados a nombre de la Jefatura de Gabinete de Ministros.
2-Los llamados telefónicos -hechos a través de celulares "truchos"- entre los funcionarios y los empresarios aparecen efectivamente en los registros que las compañías de teléfonos celulares entregaron a la Justicia.
3-Los encuentros entre Baratta y el director de una firma metalúrgica pudieron ser reconstruidos en su totalidad. Se solían dar en el subsuelo de un hotel de la calle Esmeralda, en la Ciudad de Buenos Aires, donde el exfuncionario K recibía el dinero que luego terminaría en manos de Néstor y Cristina.
4-En al menos dos casos, Bonadio comprobó que se usó documentación apócrifa para justificar la salida de los fondos de las empresas. Es la plata que terminaba en manos de los otrora referentes del kirchnerismo.
5-Hay registros de una empresa de peajes que también demuestra la concordancia entre las anotaciones y los viajes de los autos que iban a la Quinta de Olivos.
Como se dijo, sobre la base de los elementos descriptos, sumado a la producción de prueba que se da en estas horas, Bonadio ha decidido avanzar contra Cristina, quien, dicho sea de paso, ya se encuentra complicada en otros expedientes que tramita el mismo juez.
A pesar de tener la certeza plena de los delitos presuntamente cometidos, el juez cuenta con dos cartas en la manga:
1-Durante su declaración, que terminó trunca, Centeno, el chofer de Baratta, pidió ser representado por un defensor oficial. En el mismo acto, echó a su abogado, Norberto Frontini, un alfil de la maquinaria K. Pocos saben que Frontini supo ser juez de la Sala I de la Cámara Federal porteña, desde donde sacó las papas del fuego a los Kirchner en más de una oportunidad. De hecho, fue recusado por Margarita Stolbizer el 7 de noviembre de 2015 en el marco del expediente Hotesur. La líder del partido GEN lo acusó entonces de operar para el kirchnerato.
Como sea, el hecho de que Centeno haya eyectado a su abogado denota la posibilidad de que se convierta en "arrepentido".
2-El segundo elemento con el que cuenta Bonadio es el "arrepentimiento" de un conocido empresario, quien envió a su abogado este miércoles a negociar con el juez. El ofrecimiento es simple: revelar -y refrendar- el circuito de corrupción a cambio de una morigeración de pena.
Entretanto, el magistrado ha pedido la declaración indagatoria de Cristina para el 13 de agosto. Parece una fecha lejana, pero ello tiene una explicación: la necesidad de que la expresidenta sea "desaforada" en la Cámara de Senadores.
Será un trámite engorroso, que ya fue rechazado por parte del peronismo en el mismo cuerpo en diciembre de 2017.
No obstante, en esta oportunidad, las cosas son diferentes y sí podría avanzar el pedido. No solo han cambiado los tiempos partidarios, sino que aparece en el horizonte la urgente necesidad del PJ de sacar a CFK de la escena política de cara a 2019.
Como suele decirse, y en este caso no es la excepción, "la necesidad tiene cara de hereje".