Aunque se encargó de negarlo en reiteradas ocasiones, el kirchnerismo finalmente terminó admitiendo lo que Tribuna de Periodistas viene sosteniendo desde hace mucho tiempo: que se busca la reforma de la Constitución Nacional.
Este medio fue el primero en publicarlo en marzo de 2011, a través de una nota reveladora titulada “Cómo el kirchnerismo planea seguir en el poder más allá de 2015”. Allí se advirtió que había “grupos del kirchnerismo que ya están pensando en el 2015, un tiempo en el que Cristina —a no ser que se reforme la Constitución, claro— no podrá volver a postularse para la Presidencia y que no están precisamente interesados en que sea Scioli —por estos tiempos, el dirigente del oficialismo con mayor intención de voto detrás de la Presidenta— el mejor posicionado para la sucesión”.
Ese mismo mes, Cristina Kirchner negaba siquiera presentarse en octubre de 2011, en la compulsa que culminó en su actual mandato. Lo dijo con una sugestiva frase: “Nadie debe hacerse los rulos”. La realidad terminó mostrando que los planes de la mandataria eran otros y terminó siendo la victoriosa candidata del Frente para la Victoria —valga la redundancia—.
¿Cómo sabía este medio que ello ocurriría, que Cristina querría seguir pegada a su cargo? Profusas fuentes de información oficial lo confirmaron a Tribuna a lo largo de los últimos años. El principal motivo vinculado al temor, tanto del extinto Néstor como su esposa, a ir a prisión en caso de dejar el poder. Ello fue publicado oportunamente bajo título “Las causas judiciales que impulsan a Cristina K a no querer irse del poder”.
En esos días, como se dijo más arriba, la actual Presidenta insistía en asegurar que no estaba interesada en renovar su mandato siquiera en octubre. A pesar de ello, Tribuna volvió a la carga el 3 de octubre de 2011 con una nueva nota: “El proyecto que redactará Zaffaroni para reformar la Constitución”. “Algunos sostienen que será confeccionado como un vestido a medida de Cristina Kirchner, quien no podría acceder a un tercer mandato por limitaciones constitucionales, en 2015”, se dijo en esos días. Una vez más el oficialismo —junto al juez Raúl Zaffaroni— negó la versión.
Debieron pasar casi tres meses para que el kirchnerismo, en boca del vicepresidente Amado Boudou, admitiera que se buscaba la reforma de la Carta Magna a efectos de que Cristina pudiera buscar una nueva reelección en 2015.
Importantes intendentes, legisladores y hasta dirigentes de La Cámpora debatieron la cuestión en un curioso encuentro efectuado en Mar del Plata el pasado 26 de enero. En ese marco, Boudou remarcó la importancia de "dar la discusión desde ahora".
¿Es necesario ese debate en medio de puntuales problemáticas que se ciernen en el corto/mediano plazo sobre la Argentina? ¿No suena demasiado personalista, cuando no egoísta?
En los próximos meses, la insistencia por la reforma constitucional —junto al consecuente silencio oficial— será la postal que desnudará los deseos del kirchnerismo. No será algo continuo, sino periódico y cuidadosamente comunicado. Es que, los que pidan por la re-reelección de Cristina deben parecer “manifestantes” espontáneos.
Algunos de ellos ya han sido cuidadosamente seleccionados: Amado Boudou, Carlos Kunkel y Diana Conti, entre otros. Ellos van a instalar el debate en el contexto de una nueva “Operación Clamor”.
Mientras esto ocurre, se frenan las importaciones, los tarifazos se hacen carne, la economía se frena y los subsidios abandonan su condición de “nacionales y populares”.
No es poco.