Lenta, pero indefectiblemente, empezó a tomar cuerpo la “sugerencia” de Cristina Kirchner del pasado 11 de diciembre de 2012, cuando dijo que había que “democratizar la Justicia”. Si bien el contexto de esa frase fue el fallo que absolvió a los 13 acusados por la desaparición de María de los Ángeles “Marita” Verón, el real destinatario fue el presidente de la Corte Suprema de la Nación, Ricardo Lorenzetti.
A este último, la Presidenta suele acusar en su fuero íntimo de ser el autor intelectual de los últimos fallos adversos al Gobierno referidos a la Ley de Medios y cuestiones periféricas a la misma normativa. Por caso, este portal reveló cómo el jueves 20 de diciembre Cristina Kirchner se reunió en secreto con el titular de la Corte y lo presionó para que votara a favor de los intereses del oficialismo.
Días más tarde, el supremo tribunal emitió un veredicto lesivo contra el kirchnerismo y ello fue el puntapié inicial para que se iniciara la venganza cristinista contra Lorenzetti y algunos de sus colegas de la Corte. Sugestivamente, horas después aparecieron las imágenes de un curioso video grabado por un periodista santafesino, en el cual se asegura que el Presidente del alto tribunal le habría ofrecido 40 mil dólares para “arreglar” una nota. Según confiaron fuentes de la Corte, no habría coincidencia entre un hecho y el otro. “Se trata de una denuncia de hace casi 10 años, es muy evidente que se trata de una maniobra contra Ricardo (Lorenzetti)”, admitió el mismo informante.
Los detalles de esa vieja denuncia, relacionada a supuestas trapisondas del titular de la Corte cuando era abogado de ciertas prepagas del PAMI, serán revelados en estos días a través de medios alineados al oficialismo. Hay que destacar en ese sentido la cobertura que dará diario Página/12 el próximo domingo.
Como sea, este jueves se dieron tres hechos que no fueron casuales. El primero: una agrupación de magistrados que se vincula al oficialismo se apuró a anticipar que hará un encuentro nacional a fines de febrero bajo el lema "Una Justicia Legítima", donde varios referentes judiciales se mostrarán a favor de una reforma judicial.
Para no dejar dudas respecto a la intencionalidad del meeting, basta ver a algunos de los que han refrendado la convocatoria: la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó; la defensora general de la Nación, Stella Maris Martínez; el camarista federal Eduardo Freiler y el presidente de la Cámara del Crimen, Gustavo Bruzzone. Todos ellos abiertamente alineados al kirchnerismo.
El encuentro pareciera ser una suerte de respuesta al pronunciamiento que hizo a principios de diciembre pasado la Comisión Nacional por la Independencia Judicial coordinada por las ministras de la Corte Suprema de Justicia Elena Highton de Nolasco y Carmen Argibay. En esa oportunidad, la entidad dirigida por las juezas de la Corte le había reclamado al Gobierno que dejara de lado el "uso de mecanismos directos o indirectos de presión sobre los jueces que afecten su independencia".
El segundo hecho que llamó la atención hoy fue el que llevó adelante la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, al amenazar con "entrar" a Tribunales para obligar a los jueces de la Corte Suprema a "ponerse las pelotas", y advertir que "las Madres y el pueblo los van a juzgar y condenar".
"Hoy estamos en la puerta; el día que nos hartemos vamos a entrar y veremos qué pasa. A ver si estos señores se ponen las pelotas para hacer lo que tienen que hacer", vociferó en un claro mensaje a la Corte.
Para meter más presión a la presión existente, Bonafini anunció que la agrupación que lidera trasladará sus habituales rondas de los jueves de la Plaza de Mayo hasta el Palacio de Tribunales para exigir que se cumpla la norma: "Vamos a seguir viniendo hasta tener resultados", dijo.
Finalmente, la frutilla del postre la aportó el siempre impredecible jefe del bloque de diputados del kirchnerismo, Agustín Rossi, quien planteó en las últimas horas la necesidad de que los jueces comiencen a tributar ganancias: "Pareciese ser una situación de estricta justicia", advirtió.
Rossi es quien suele mostrar la cara más cruda del pensamiento cristinista. En este caso, el legislador no dejó lugar a dudas de quién inspiró sus palabras: “Me parece que los últimos discursos de la Presidenta van en el sentido de que no tenemos que perder la oportunidad".
La discusión respecto a la eventual tributación de Ganancias por parte de los jueces, es casi tan antigua como el debate sobre el sexo de los ángeles. Es un tópico que solo sabe aparecer cuando el poder Ejecutivo denota cierto malestar respecto al Judicial.
Como puede verse, Cristina no cejará en su cruzada contra Lorenzetti y otros jueces de la Corte, a quienes no se cansa de acusar de supuestos golpes y conspiraciones. A su vez, el presidente del máximo tribunal ha confesado a sus íntimos que tampoco dará el brazo a torcer.
Mientras esto ocurre, ocurre una de las paradojas más curiosas de estos días: magistrados de la talla de Norberto Oyarbide logran que sus malogrados nombres pasen inadvertidos en los principales medios de prensa.