Mafalda solía preguntarse de qué sirve un año nuevo si en verdad las cosas no cambian demasiado del 31 de diciembre al 1º de enero. ¿Por qué tanta importancia al “feliz año nuevo” si no habrá mucho que lo diferencie del viejo?
Sería ingenuo pensar que el año que viene puede ser mejor que este por el solo hecho de comenzar uno nuevo. La sensación de frescura o del “reseteo” de metas puede estar presente, pero lo que verdaderamente le da cierta magia al fin de año es el balance o la introspección que uno puede hacer de uno mismo y de la realidad que nos ha tocado vivir.
Tribuna comenzó este año con un nuevo formato y con diferentes complementos que maximizaron la participación del lector en el periódico. La incorporación de comentarios en los artículos sin necesidad de registro previo fue una de las nuevas características, contrastando con otros medios on line que fueron eliminando gradualmente este "privilegio" por diferentes razones —que miles de lectores con la expresión atragantada suelen lamentar, pero que desde este lugar consideramos casi tan importante como la información que se da a difundir—. Otro avance ha sido la apertura de espacios para compartir con los lectores, tanto en redes sociales como Facebook y Twitter, como en nuestro flamante canal de videos en You Tube. Por todo ello, y más, podemos jactarnos con bastante orgullo de ser el medio periodístico argentino que más interactúa con sus lectores.
Como corolario de un año bastante agitado, quisimos hacer un recuento de los episodios políticos, económicos y sociales que más retumbaron en el 2010, así como las notas que más dieron que hablar en el año y la manera en que se proyectaron en Tribuna y en los lectores.
En enero la crisis del Banco Central —con respecto al pago de vencimientos de la deuda pública con reservas de ese organismo— inundaba las tapas de los diarios nacionales. A comienzos de ese mes la presidenta Cristina Fernández le pidió la renuncia al —en ese entonces— titular del Banco Central Martín Redrado, quien fue el economista de cabecera del matrimonio K durante cinco años. Ese fue el punto de inflexión necesario para que dicho organismo dejase de ser autárquico y el Ejecutivo comenzara su cruzada como poder único y el manejo extorsivo a las provincias por la coparticipación, algo que ya había estrenado su antecesor, Néstor Kirchner.
Una especie de guerra —que no duraría mucho tiempo—se dirimió entre el Gobierno y Redrado en el mes de febrero, la cual hizo que se conocieran dos controvertidas listas de “amigos del poder” que compraron dólares, como el empresario mediático Daniel Hadad y también algunos de los connotados “enemigos” del Gobierno, como el Grupo Clarín. La segunda lista dio a conocer que en el año 2008, durante plena crisis económica mundial, Kirchner había comprado US$ 2 millones gracias a información privilegiada.
Para el 10 febrero —y por primera vez en esos últimos 20 días— ningún medio digital mencionaba en su título principal el conflicto en torno de las reservas del Banco Central. Inesperadamente, todos giraron su atención hacia la salud del ex presidente Néstor Kirchner, quien fue operado de urgencia a raíz de la obstrucción de la arteria carótida derecha. La salud de Néstor siempre fue un tema tabú en el Gobierno, sobre todo porque siempre fue más grave de lo que su médico particular declaraba en público.
A fines del mes de febrero, la agitación del fantasma de Malvinas para obvio rédito político fue opacada por el lamentable terremoto que sacudió a Chile el día 27, y que cerró el mes con el triste mérito de haber sido el 5to movimiento telúrico de mayor magnitud en la historia reciente. El hecho tocó de cerca a este periódico, ya que el director de este medio se embarcó en una búsqueda desesperada por su amigo chileno desaparecido luego de la catástrofe, pero días después, felizmente encontrado.
A comienzos del mes de marzo, casi todos los diarios porteños realzaron las iniciativas de algunos partidos opositores para contrarrestar la jugada oficial tras haber cuestionado la decisión de la presidenta de reemplazar el decreto de necesidad y urgencia (DNU) que creaba el Fondo del Bicentenario por otros dos decretos que también permitían el pago de deuda pública con reservas del Banco Central. Sin embargo —y con una lluvia de críticas— de este medio se anticipó una corta vida útil de la oposición. 9 meses después lamentablemente podemos decir que no nos equivocamos.
A partir de ese momento, Cristina sumaría al Poder Judicial en la lista de enemigos al “modelo”.
Cuando las tapas se inundaban de escombros por el terremoto de Chile, la agenda política-económica quedó desplazada por los incidentes ocurridos en la localidad bonaerense de Baradero, donde centenares de vecinos incendiaron la intendencia y otras dependencias públicas tras la muerte de dos jóvenes que iban en moto y que supuestamente eran perseguidos por agentes de tránsito. Recién nueve meses después, el 15 de diciembre último, Oscar Micussi, ex inspector de tránsito imputado en la causa por la muerte de Giuliana Giménez y Miguel Portugal declaró ante el fiscal por los hechos. Paradójicamente, dijo que en ese momento no había visto a los mismos chicos a quienes les ordenó detener la marcha de la moto en la que iban.
El mes de marzo cerró con la despedida al destituido juez Faggionato Márquez —la cual fue anticipada de forma exclusiva por este periódico— y con los fallos en favor del pago de deuda con reservas.
A mediados del mes de abril los principales medios se hicieron eco de las denuncias del ex representante argentino en Caracas, Eduardo Sadous, quien involucró al Ministerio de Planificación en el cobro de coimas a empresarios para hacer negocios en Venezuela. Dese este medio se publicó que el Gobierno conocía desde 2005 las denuncias de Sadous y así y todo se ocultó la corrupción. Hoy en día el expediente está cajoneado y la Justicia no se pronunció aún.
El mes de mayo nos sorprendió con una dura noticia para los que hacemos Tribuna (redactores y lectores). Se trata del fallecimiento del lector Rodolfo J. Fernández Durruty, alias Tutan Come On, ávido comentador de este medio y quien varias veces añadiera sus peculiares acotaciones enriqueciendo con el debate a este periódico.
Mayo también nos mostró cómo el Gobierno fue capaz de adjudicarse un festejo patrio como propio, tal como lo fue el bicentenario del 25 de mayo. Aseveraciones tales como “la numerosa cantidad de gente en las calles durante los festejos demostró que los dichos sobre inseguridad son exagerados”, indicó que arrancamos el nuevo siglo cuesta abajo.
En junio el Mundial de Futbol nos inundó de más futbol para todos y de sospechosos viajes de barrabravas a Sudáfrica, siempre funcionales a un gobierno que supo utilizarlos como fuerza de choque de numerosas protestas sociales. El evento distrajo a los políticos de cualquier medida posible, algo muchas veces agradecido ya que ocasiones como esas suelen ser aprovechadas para ciertas maldades. Sin embargo nos tocó la nuestra, una información exclusiva sobre un cadáver en la puerta de la SIDE que habría sido homicidio nos ocasionó un hackeo a nuestro periódico de parte de algunas personas que se sintieron incómodas con la investigación. “No sólo te bajaron el periódico sino que están pinchando los teléfonos de los periodistas que investigan el hecho”, nos confirmaba una fuente. Como siempre el webmaster del sitio, Diego Gentilezza trabajó incansablemente para poder restablecer la página como corresponde.
El séptimo mes del año fue uno de los más políticamente jugosos del año. Además de destacarse por la notoria y desmentida falta de gas en el país, se caracterizó por la ratificación del procesamiento de Mauricio Macri dictado dos meses atrás por el juez Norberto Oyarbide —en la causa por la presunta red de espionaje ilegal montada en el Ejecutivo de la ciudad de Buenos Aires— el cual llegó a todas las tapas y puso en segundo plano la discusión sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo, convertido en ley por 33 votos favorables contra 27.
El frío mes cerró con el lamentable asesinato del bebé de Carolina Píparo —la mujer baleada en una salidera bancaria en La Plata— el cual moriría la primera semana de agosto. Actualmente hay siete detenidos, dos imputados y la familia de Carolina decidió irse del país al no encontrar garantizada su seguridad.
El 24 de agosto Cristina Kirchner emitió un vacío e innecesario discurso en el que presentó una denuncia penal para investigar la venta de Papel Prensa durante la dictadura y remitió al Congreso un proyecto de ley para declarar de "interés público" el papel de los diarios. Rebautizó nombres, confundió fechas y enredó lugares y términos legales. Tiempo Argentino fue el único medio que se refirió a la jornada como “histórica”.
El 11 de septiembre Néstor sufrió otras de las descompensaciones referentes a su salud (la cuarta en los últimos 10 años). El patrón que siempre pareció actuar como desencadenante de esas recaídas fue el estrés, derivado inevitable de su agitada actividad política. El ex mandatario fue internado en la Ciudad de Buenos Aires y sometido a una angioplastía de urgencia a raíz de la obstrucción de una arteria coronaria.
Cuatro días después Néstor Kirchner volvió a la escena pública en el Luna Park, en un acto de la Juventud Peronista, encabezado a último momento por la presidenta Cristina Kirchner.
El mes de octubre se copó de caprichos y algunos hechos históricos. El día 8 Néstor Kirchner logró reunir en Río Gallegos a una decena de gobernadores para rechazar la decisión judicial de restablecer al ex procurador general de la provincia, Eduardo Sosa. En este medio, no sólo contamos por qué al oficialismo no le conviene la reposición de dicho procurador, sino las razones por la cual la provincia de Santa Cruz debía (y debe) ser intervenida.
Como una secuencia predestinada, a mediados de ese mes el vicepresidente Julio Cobos debió desempatar con su decisión una vez más en el Senado votando a favor del aumento al 82 por ciento móvil a las jubilaciones, Cristina Kirchner lo definió como "un vicepresidente ocupa". 24 horas más tarde, la Presidenta vetó dicho aumento a los haberes mínimos de los jubilados, manifestando que dicha iniciativa de llevarse a cabo, significaría “la quiebra del estado”.
Justo cuando pensamos que al décimo mes del año nada podía faltarle, la ola de violencia social elegiría el día 20 de ese mes para llevarse la vida de Mariano Ferreyra, militante del Partido Obrero, quien murió durante un ataque del gremio Unión Ferroviaria, cuando participaba de una protesta de los trabajadores tercerizados de la ex línea Roca. Por supuesto no faltaría la responsabilidad kirchnerista en torno a esa muerte. Desde el gobierno las explicaciones fueron tardías y vacías de todo contenido lógico posible.
Siete días después, el ex presidente Néstor Kichner murió a los 60 años en su residencia de El Calafate, en coincidencia con la jornada del Censo 2010. En ese momento, Internet mostró sus debilidades impidiendo la entrada a los principales diarios del país, Tribuna de Periodistas fue uno de los pocos medios que logró recuperarse rápidamente de los coletazos por el exceso de tráfico de visitas y casi el único que permitió comentarios a las notas sobre el acontecimiento. Una vez más, los hermanos Diego y Oscar Gentilezza supieron sacarnos del embotellamiento digital, sin perder el tráfico.
En ese momento, Tribuna abrió una pequeña ventana a la duda, o al menos a las preguntas sobre algunas cuestiones que no cerraron correctamente en torno a la desaparición de Néstor Kirchner. La ventana se transformó en pocos días en un receptor de las incertidumbres de varios argentinos; algo que por más que muchos periodistas pensaron, nadie se animó a publicar.
El 29 de octubre los restos de Néstor Kirchner fueron depositados en el cementerio de Río Gallegos, luego de una extensa caravana de despedida que comenzó en Buenos Aires y continuó en Santa Cruz.
El mes de noviembre indudablemente se destacó por las filtraciones “en catarata” de la página WikiLeaks el día 28 de noviembre. A partir de ahí se destapó un escándalo a nivel mundial, mucho más cerca de una mesa de noticias de “Intrusos en la Diplomacia” que de provocar algún efecto político-económico mundial. En el ámbito nacional, las filtraciones repercutieron luego de que se conociera que la cancillería estadounidense pidió información sobre el "estado de salud mental" de Cristina Kirchner.
De la pluma de Christian Sanz, pudimos conocer la posible trastienda de estas filtraciones. ¿Tan relevantes eran esos documentos? ¿Afectan de verdad los intereses de Estados Unidos? Al fin de cuentas pudo resumirse en una ridiculización a cierto arco político de EE. UU, no casualmente enfrentado a los centros de poder de ese mismo país.
Diciembre culmina presentándose como un furioso mes en cuanto a los estallidos de violencia muy bien aprovechados por la política en una especia de ley del más fuerte donde los pobres sin vivienda se quedan sin voz y los vivos siempre terminan muy bien parados.
El 7 de diciembre murieron cuatro personas en un violento desalojo mientras ocupaban el Parque Indoamericano de Villa Soldati. Fue una batalla salvaje en la que inquietó la ausencia política y el “dejar hacer” del Gobierno mientras ocurrían sangrientos hechos en los que Cristina —en simultáneo—festejaba un nuevo aniversario del día de los Derechos Humanos en una cadena nacional sorda e interminable.
Las tomas de predios que existían hace tiempo sacaron a la luz medidos negocios con los planes de vivienda que ostenta el Gobierno nacional.
El día 10 de diciembre el Gobierno anunció la separación del Ministerio de Seguridad, del de Justicia y Derechos Humanos, dejándolo a cargo de Nilda Garré. Ese sería el comienzo de una andanada de claras sustracciones de poder al jefe de Gabinete Aníbal Fernández. En el festejo de un nuevo aniversario por los Derechos Humanos, se contabilizaban 7 muertos en 45 días por protestas.
El 14 de diciembre, los gobiernos de la Nación y la Ciudad acordaron un plan para superar la crisis por la toma de tierras, a través de un financiamiento conjunto de viviendas. Pero se vio superado por las culpas echadas desde el flamante Ministerio, a Macri por los desmanes en las últimas protestas.
Un día antes de la Navidad volvió el fantasma de la violencia luego de verse durante siete horas el servicio del ex ferrocarril Roca interrumpido, y en la que un grupo de pasajeros comenzó con destrozos. Hubo heridos en un lamentable hecho que demostró la asiduidad de los diciembres convulsionados.
Desde la Casa Rosada, se sintetizó como otro episodio provocado por sectores políticos, acusando nuevamente a Eduardo Duhalde y Mauricio Macri cuyo objetivo sería "generar un clima de inestabilidad".
Al terminar de escribirse estas líneas se escucha la voz de fondo de la Presidenta en su última cadena nacional del año, propinando un saludo festivo en la que nos "invitó" a que, al momento de brindar por el nuevo año, pensemos en “el”; aún los que no simpatizábamos con sus formas. Ni una palabra pudo escuchársele sobre la carencia de nafta en las estaciones de servicio, la falta de luz en muchas ciudades abrasadas, de la inexplicable falta de billetes tan cercanas a las fiestas, ni del último saqueo a las arcas de PAMI para autofinanciarse (seguramente) políticamente; dejando un claro sello de su gobierno: ceguera y populismo.
Es nuestro deseo desde este periódico que, al momento de brindar, no haya desmemoria sobre todos esos hechos que omitió la primera mandataria. Nosotros, como los lectores ya saben, no nos olvidaremos de esas carencias; y seguiremos reclamando para que haya más justicia y menos corrupción.
Nada más por este lado, solo decirles muchas gracias por el aguante y feliz año para todos.
Eliana Toro
Editora General de Tribuna de Periodistas